• XIII •

1.9K 289 106
                                    

-Quiero este y este, ¡este también!- el peliverde caminaba emocionado por aquella convención friki de la mano con su mejor amigo ya que suele perderse con mucha facilidad, sus ojos verdes dilatados de emoción ante las millones de figuritas y cosplays -comprame alguna, vamos Kacchan que pronto será mi cumpleaños.

Katsuki alzó una ceja incrédulo, no decidió acompañar al más bajo para ser su banco personal, siempre carga bastante dinero pero para emergencias.

-No soy un banco y tú cumpleaños paso hace rato- lo jaló de la mano para que se alejara de las vitrinas -¿no trajiste dinero?.

Izuku intento acomodar su sudadera jalada por su mejor amigo, basada en su héroe favorito, el gran all might.

-Si traje pero muy poco, las entradas estaban caras- infló las mejillas, había comprado las entradas de ambos ya que no quería ir solito y Katsuki no gastaría su dinero en una entrada para una convención que no iba a disfrutar así que todo el dinero salió de su pobre bolsillo.

El rubio dudó leves momentos, no había pensado en eso, en su cabeza todos los frikis eran unidos y tenían convivencias gratuitas para que gobiernen el mundo con animes y mangas.

-¿Qué quieres comprar?- Katsuki sacó su billetera y apartó un poco de dinero para el transporte y comida, dejándole lo demás a el pecoso, sabiendo que sería el fin de su dinero mensual. ¿acaso será el fin del hombre araña?.

Los ojos le brillaron como esmeraldas, nunca había tenido tanto dinero en sus manos ni siquiera las dos entradas valían tanto.

-¿Es en serio?- sonrió como idiota y mejor amigo que asintió callado -no sabía que podía amarte más de lo que hacia- abrazó con fuerza al pálido, siendo vistos por un monto de chicos y chicas en cosplay que dijeron algunos awwww.

Bakugo se avergonzó y apartó al más bajo.

-No hagas nada que haga que me arrepienta de dártelo- murmuró despacio y ahora fue el peliverde quien empezó a arrastrarlo por todo el lugar.

El alto también vestía con una sudadera, esta era de un pokemon llamado Charizard, fue un regalo del bajito cuando cumplió catorce pero era lo suficientemente grande para seguir quedándole hasta ahora aunque sólo la usa en situaciones extremas como camuflarse entre aquellos chicos que disfrutan sanamente del anime... pero no funcionaba ya que a cada raro alguien le preguntaba "¿donde compraste eso?".

Recorrieron todo el gigantesco lugar y al final ambos terminaron con muchas bolsas en las manos, escucharon los cantantes del concurso y esperaron en largas filas para probar los juegos próximos a salir.

-Foto, foto, foto- Midoriya le insistió a el rubio para que le tomara una fotos con la hermosa chica vestida de sailor moon la cual había aceptado gustosa y en nombre de la luna se tomaría todas las fotos que ellos quisieran.

Al final término en una sección extraña donde se unieron cosplayers de otros mangas y animes.

-Es Bokuto de Haikyuu, Menma de anohana, Erza de Fairy Tail, Luffy de One Piece y, y- tomó aire -atrapame que me desmayo- agarró la mano del alto para calmarse.

-Yo... no te conozco.

-¿Eh?- Deku volteó a aquel desconocido, vestido como Kise de Kuroko no basket y se disculpó para luego entrar en pánico al no ver a su mejor amigo por ninguna parte, corrió con todas las cosas en sus brazos buscándolo por el lugar.

Estuvo calmado pero cuando pasaron unos veinte minutos entró en pánico.

No lo encontraba por ninguna parte y eso que intentó no distraerse con nada de las maravillas de la convención.

Se encontró con Tooru y Mina, vestidas como leucocito y eritrocito de Hataraku Saibo, fue una conversación rápida donde casi al borde de las lágrimas preguntó a las chicas por su mejor amigo.

Ellas se toparon con el rubio hace unos cuantos minutos y le señalaron la dirección donde lo vieron, el peliverde salió corriendo tras dar un gracias... Hasta que ocurrió lo más vergonzoso posible en su vida.

•••

-¡Dekuuuuuuu!.

Las personas miraban extraño al Charizard gritón, de voz gruesa y sus ojos afilados. ¿en que momento el menor se había soltado de su mano?, parecía que la tierra se lo había tragado, recorrió todas partes y ni rastro de él.

Treinta minutos después se sentó por ahí a esperar un milagro.

Vio a dos de sus compañeras, ahora entendía porque Deku se junta con ellas, también son frikis. Ellas se sorprendieron de verlo ahí, Katsuki hasta juró que tenían la cara del meme de pikachu sorprendido.

-Vine a acompañar a Deku, pero se perdió.

-Que bonita sudadera Charitsuki- rió Tooru ganándose el ceño fruncido del alto.

-JAJAJAJA no te enojes Bakugo, si vemos a Izuku le decimos que lo buscas- Ashido rió y al recibir el asentímiento del alto salieron huyendo del lugar antes de morir porque la rubia seguía burlándose de él.

Esperó otro rato y al no verlo decidió ir a aquel lugar donde las madres llaman a sus hijos perdidos y viceversa, a la tarima donde la gente con micrófonos daba indicaciones y preguntaba por las personas.

-Mmm se me perdió mi hermanito- fácilmente el rubio podía pasar por un chico de dieciocho años e Izuku por un niño de catorce, no era tan vergonzoso. Ya tenía las manos cansadas de cargar todo el rato las cosas chinas del menor.

-Claro, ¿cual es el nombre?- con un sonrojo en las mejillas se lo dijo, que verguenza

-Deku es llamado a las tarimas, el pequeño Deku es llamado a las tarimas, su hermano lo solicita.

A la madre, que vergüenza, cuando dijeron todo eso por los micrófonos el mundo friki entero dirigió la atención hacia él.

Poco después el peliverde llegó corriendo entre lágrimas después de casi una hora vagando como fantasmita por ahí, fue una escena tierna cuando le dio un gran abrazó a su mejor amigo y salieron del lugar poco después.

•••

-Yo lo siento tanto Kacchan, no debi alejarme de tí, te hice pasar una vergüenza y perdiste tu tiempo por mi culpa- se limpió los mocos de la nariz ocasionados por su llanto.

El más alto entrelazó sus dedos sacándose el gorro de la sudadera.

-Ya deja de llorar, estamos en la calle- le revolvió el cabello -ya pasamos la pena, olvidalo.

Recibió unas pequeñas risas

-Pero igual perdona no volveremos a ninguna convención.

-Podemos, pero la próxima vez te pondré correa, fue divertido al comienzo.

-Lo fue.

-Vamos a comer, te invitaré Katsudon.

La felicidad regreso al contrario.

-¿Seguro que no estas en la mafia?, ¿cómo tienes tanto dinero?.

-Tengo mis contactos - bromeó.

-Qué.

•••
Corregido y editado, avisar errores.

Humor | KatsuDeku |Where stories live. Discover now