Espectral.

III. Medias verdades.

Habían pasado unas horas desde que Marlow había despertado, se había mantenido tranquila. Comió y bebió del té que Catalina le llevó. Cerca del alba Lorei tocó la puerta de la habitación donde se encontraba.

-Adelante.

-¿Cómo te sientes Marlow?

-Un poco cansada, me duele la cabeza. ¿Dónde estoy?

-Vamos por partes querida. ¿Qué es lo último que recuerdas del sanatorio?

-La mirada de Emma – Pensó Marlow. – Eh... recuerdo las llamas, recuerdo como el edificio se iba consumiendo a causa de ellas.

-¿Las provocaste tú?

-Eso creo.

-Yo también. Marlow hay verdades que permanecieron ocultas a tu persona por protección.

-¿protección?

-Sí, para protegerte. No te encuentras en un sanatorio, estás en un plano astral de nuestro mundo llamado Estela o mejor dicho El Bosque Estela. Hace centenares de años este plano fue creado por Los Astrales para que sirviese de refugio de un nuevo aquelarre, un aquelarre de luz blanca llamado Espectral.

-¿Aquelarre?, ¿plano astral? Es una prueba ¿cierto?, quieres ver si estoy loca, me estás evaluando diciéndome todas esas mentiras.

-¡Marlow! – alzó la voz Lorei mientras sujetaba su mano. Y por un instante Marlow vislumbró la creación de El Bosque Estela. – Cuando estuviste en el sanatorio no sentías algo diferente en ti, una fuerza interna. Cuando se produjo el fuego, ¿Cómo crees haberlo iniciado?

-con mis manos, con mi mente. – dijo Marlow tartamudeando.

-Déjame contarte la verdad que yo conozco, abre tu mente. Yo sé que hay algo en ti que te ha hecho mantenerte en calma y sentirte segura aquí.

-Es que no entiendo.

-Con el tiempo y el conocimiento lo harás. Acompáñame al cuarto histórico.

Ambas salieron de la habitación y se dirigieron al ala norte donde se encontraba el cuarto histórico, un cuarto encantado con altas paredes repletas de cuadros que mostraban la historia de la creación de Estela y el aquelarre, también albergaba otros hechos importantes entre las pinturas que colgaba en sus paredes.

-Es una hermosa habitación. – Dijo Marlow dirigiéndose a un cuadro grande que tenía pintado entre tonadas celeste un gran bosque y en medio de él, en un valle verde, una gran casona.

-Este es el cuadro de la creación. Es lo que te contaba antes, Los Astrales crearon este plano y lo protegieron con un escudo que nos hace invisible al ojo humano común. Dentro de este plano se creó El Bosque Estela y en medio de él La Casona Annia. Es donde estamos. Es una gran casona cambiante, encantada, cambia según las necesidades de las generaciones de Las Espectral. Luego de la creación Los Astrales crearon el aquelarre Espectral a partir de dos antiguos aquelarres de los cuales se extinguía su poder.

Las Ruidas, Brujas antiguas que obtenían su poder de la luna y Las Claire, un aquelarre que obtenía su poder del sol, este último aquelarre se encontraba bajo La maldición de sangre, la cual les obligaba a obedecer a Voltur, el demonio y uno de los reyes de tierras infernales.

Marlow miraba con desconcierto a Lorei, pero se mantenía callada. Lorei seguía con su historia, una historia que ahora pertenecería en parte a Marlow.

Los Astrales pidieron a Las Ruidas que lucharan contra Voltur para así liberar a Los Claire. Los Ruidas aceptaron, luego de la Gran guerra, muchos de los Ruidas murieron. El sacrificio valió la pena logrando desterrar a Voltur a una Prisión llamada El Cantilado y así consiguiendo la libertad de las brujas y brujos pertenecientes a Los Claire, no todo resultó en victoria ya que los brujos de este aquelarre decidieron quedarse en tierras infernales; pues se negaban a desprender su linaje de la magia infernal. Cuando la guerra terminó, Los Astrales se ofrecieron para crear el un nuevo aquelarre a partir del poder de los dos clanes existentes. Los Espectral, un aquelarre que se dedicaría a la brujería y preservación del equilibrio espiritual y astral. Los dos aquelarres aceptaron. Los celestiales mediante un ritual de sangre dieron inicio al Linaje Espectral, un linaje que se remonta cientos de años atrás.