III. ➤Venado➤

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El fuego se iba consumiendo a medida que el sol se presentaba por el cielo, aquellos rayos de luz que atravezaban las hojas de los árboles caían justo sobre el rostro de la chica, logrando despertarla.

─ ¿Ya amaneció? ─ espabiló un poco.

Volvió a acurrucárse en su bolsa de dormir, estaba demasiado cansada todavía, sus ojos estaban totalmente rojos e irritados por esos repentinos momentos de llanto.

─ ...Jodido sol de mierda, déjame dormir en paz... ─ balbuseó aún molesta de que aquella luz diera con su rostro.

De pronto sintió como algo o alguien se detenía frente suya &, luego de notar como éste la olfateaba, dedujo que se trataba de un animal.

Levantó la mirada encontrándose con los ojos color lavanda del venado, acabando por asustarse a causa de la cercanía de aquella criatura.

─ ¡Mierda! ─ gritó tras haberse golpeado la cabeza con un árbol después del susto, cosa que alarmó al animal frente suyo.

Sostuvo su cabeza totalmente adolorida por el golpe, aquel venado se le acercó nuevamente, esta vez brindándole un par de lamidas al rostro de la chica, como si tratara de animarla.

─ Basta, me haces cosquillas ─ dijo.

Empezó a reír con cada cosquilleo que sentía en su cuerpo debido al tacto que le brindaba, trataba de apartarlo echando hacia atrás a la criatura con astas, la cual no se detenía por nada en el mundo.

─ ¿Eh? ¿Qué tienes? ─ lo miró de lado.

En cuestión de tiempo, el venado comenzó a tironear & mordisquear la ropa de la joven, tratando de algún modo de guiarla.

─ ...Voy... ─

Gruñó algo fastidiada, luego de levantarse & seguir al animal, sabía de lo que se trataba, pero estaba dispuesta a enfrentar todo riesgo.

─ ¿Dónde está? ─ buscó con la mirada a la elegante criatura.

El animal de grandes astas la esperaba en medio de un prado repleto de coloridas flores, sabía lo que le deparaba, pero se le era raro que en un lugar tan majestuoso a la vista abargaran horrores.

─ ...Matt... ─ flaqueó nuevamente.

El cuerpo del joven recién mencionado yacía sobre los pastizales del lugar, su naríz repleta de sangre, su piel seca & sin señales de vida, junto a él se hallaba su inhalador siendo sostenido por la palma de su mano muerta. El chico había sufrido varios ataques por sus alergias & su joven cuerpo no pudo resistir a estas.

─ ...Nunca me esperé verte así, no cubierto de sangre... ─ masculló junto a una sensación vomitiva.

Ella se arrodilló, todo esto le dolía demasiado, ver a sus únicas amistades acabar de esa forma, pero algo le decía que tenía que continuar buscando & acabar con todo esto de una vez.

─ Te agradezco que me hayas podido encontrar ─ el chico de abundantes pecas declinó.

Aquel tacto tan conocido se posó sobre el hombro de la chica, quien no logró evitar detener su llanto.

─ No llores, sabes que odio verte hacerlo ─ le rogó, mostrándose entristecido por aquellos ojos irritados e hinchados, los cuales solían tener un resplabdeciente brillo.

La chica miró atentamente a su amigo, sonriedo tristemente, observó cada detalle del mayor, sus mechones anaranjados, sus ojos lavanda & las pecas que decoraban el pálido de su piel.

─ Nos veremos pronto, lo prometo ─ le dedicó otra sonrisa.

Aquella dulce sonrisa se desvaneció al igual que el resto de él, ocasionando que la joven continuara sollozando a mitad de un bosque, en el cual nadie la escucharía, nadie la volvería a ver, nadie la recordaría.

◆ANIMAL SPIRIT◆Where stories live. Discover now