Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.

65. Cuando se pierde el control.

Capítulo 65.

Narra Tagliafico.

Desde chico estoy acostumbrado a que las cosas me salgan. No sé si es suerte o simplemente trabajo mucho para que todo sea así, quizás es un equilibrio perfecto entre ambas cosas, quién sabe. Lo importante es que me gusta que así sea, tener el control. Pero qué pasa cuando salimos de nuestra zona de confort? Pasa ésto: las cosas empiezan a desviarse de su camino natural. Empieza a estar todo mal, todo parece conspirar contra nosotros y nos perdermos. Después de hacer lo que hice, miré a Paulo de costado e inmediatamente giré y caminé, escapando de su vista. Me senté en una silla y empecé a llorar, sin control. No espero consuelo, no quiero que me diga nada ni busco su lástima, solo necesito descargar ésta frustración que tengo.

Nico... Qué te pasa? -dice cerca de mí-

Sigo con lo mío. Lloro con furia, con pesadez. Él se sienta al lado mío. Lo ignoro y sigo llorando. Hasta que me detengo y lo miro.

Qué hacés acá? Te pegué! Andate! Tendrías que estar re caliente conmigo -digo limpiándome el rostro-

No dice nada y vuelvo a romper en llanto. Lloro desconsoladamente, y cuando siento que me abraza me rompo aún más. Nos quedamos así unos minutos hasta que logro calmarme.

Nico, sos vos... No te olvides que sos vos... Podés arreglar todo amigo, sea lo que sea -dice dandome palmadas-
Paulo, me la mandé... Maxi me odia, me va a odiar -digo negando-
Por pegarme? -consulta- No tiene por qué enterarse, no voy a decir nada y Kichan menos -intenta animarme-

Juro que estuve a punto de contarle. Casi hablo, porque es muy difícil llevar la carga yo solo. Tengo miedo. Estoy inseguro. Hoy fue lejos mi peor día desde que puedo recordar. Pero me lo guardo para mí.

Nosotros nos contamos todo, no puedo ocultarle ésto -suspiro-
Entonces contale pero decile que me lo busqué no sé, no pueden pelear por ésto. Menos ahora que ya termina la gira -dice animándome-
Por ésto, también por las cosas horribles que le dije -digo tragando saliva- Fuí muy cruel Paulo -muerdo mis labios de la bronca-
Ustedes van a estar bien, siempre están bien -dice levantándose- Arriba! Dejá que los demás lloremos, vos no porque sos Nicolás Tagliafico el que todo lo puede -dice riéndose- Dónde está el ejemplo para mí relación? Dale, vamos -insiste-

Lo miro todavía sentado, con el rostro ardiendo. Al final Paulo no deja de sorprenderme, de verdad no está enojado conmigo? Observo como su mano me incita a levantarme y sin pensarlo mucho lo sigo. Caminamos hacia la puerta.

Gracias Paulo, de verdad... Amigo -digo ésto último con máxima seriedad-

No lo estoy mirando pero puedo sentir cómo sonríe.

De nada amigo... Pegás fuerte eh! -protesta- Tarde o temprano te la voy a devolver -ríe-

Me saca una sonrisa mientras caminamos por el pasillo. Antes de separarnos le ruego que le pida disculpas a Cristian de mi parte, y dice que si él me perdonó Cristian va a ser lo de menos. Llego a la habitación e ingreso con cierto nerviosismo. El lugar está vacío, o eso pensé hasta que veo a Maxi salir del baño.

Hola -digo con las manos en el bolsillo-
Hola -responde acercándose- Y esa cara? -me toca el rostro-

Cierro los ojos avergonzado.

Estuviste llorando? Qué pasó? -busca mi mirada-

Trago saliva y me muevo, acercándome a la cama.

Perdón por todo lo que te dije hoy... No sé por qué me puse en modo pelotudisimo -digo por lo bajo-
Si sabés... Nos conocemos Nico. Qué pasó? -apoya sus manos en la cintura-

Lo miro pensativo. Una imagen viene a mi cabeza: el día que le prometí cuidarlo. Le dije que nunca iba a dejar que lo lastimen. Y si abro la boca lo voy a lastimar, aunque hay heridas que son inevitables. Ni por un segundo pasó por mi cabeza ocultarle lo de la piña a Paulo, pero el principal detonante de mi día de mierda si pienso guardármelo para mí. Al menos por ahora.

Le pegué a Paulo. Él estaba intentando ayudarme, y yo le pegué -digo con la cabeza gacha-

Y un silencio eterno se forma. Cada segundo que pasa se siente peor que el anterior.

Maxi decí algo por favor -suplico sin mirarlo-
No puedo creer que hayas hecho eso Nicolás! Vos... A nuestro amigo? Por tus celos de mierda? -eleva la voz-
No! No tiene nada que ver con eso. Hoy fué un día horrible para mí -me levanto- Primero discutí con vos, después perdimos el partido. Maxi yo -intento acercarme y me interrumpe-
Salí -dice retrocediendo-
Él tuvo la mala suerte de estar ahí! Es mi culpa ya sé, quería estar solo y descargué la bronca con él... Me equivoqué feo -digo con tristeza-
Ah bueno, la próxima que tengas un mal día y justo esté yo que? Me vas a pegar? -se acerca amenazante-
No, no... Jamás te pondría una mano encima -digo agachando la mirada-
Te desconozco... Vos hoy no sos el tipo del que me enamoré... Hoy no sos mi Nico -dice con la voz temblorosa- Estoy cansado Nico, hoy sí que me cansaste... Estuve todo el día bajón, yo no soy así... No se supone que nos tenemos que hacer bien? Ésto así no va -suspira-
Qué... Qué querés decir? Maxi no -habla sobre mi-
Desde que nos conocemos me decís que yo soy muy sumiso, que no hablo, que no enfrento mis problemas... Bueno, hoy decido yo -dice comenzando a llorar- Maquiné todo el día, toda la tarde -continúa-
No... Esperá -intento agarrarlo pero se zafa-
Te pasaste, hoy te pasaste. Tus celos, ahora ésto... Terminamos -dice empujándome- No sos el Nicolás del que me enamoré -suspiró- No amo al Nicolás en el que te convertiste, y no pretendo que cambies, quería darte las razones por las que estoy terminando nuestra relación porque así dejamos las cosas bien claras -expresa-

Sentí el vuelco que dio mi corazón al escuchar aquellas palabras.

No Maxi, por favor. No termines conmigo, no me dejes -hablé en susurros mientras lágrimas silenciosas se deslizaban por mis mejillas- Sigo siendo el mismo de siempre, mi amor, por favor -hundí mi cara en mis manos-
No sos el mismo -susurró- Ya no sos la persona que conocí y que me ayudó, no sos la persona que me confesó que estaba enamorado de mi, no sos esa persona dulce y atenta que se preocupaba por lo que me pasaba, no sos ni la mitad de lo que eras y me gustaría saber qué pasó, qué te hizo cambiar así, qué es eso que no te deja ser feliz -dijo secándose las lágrimas con el dorso de la mano- Porque vivís enojado, no podes ser amable con nuestro amigo y encima lo golpeaste... Ya no sé si puedo confiar en vos -escupe con bronca-
Maxi -digo temblando-
No puedo seguir viviendo a la espera de que mañana te levantes siendo el Nico que amo, porque éste Nico ni siquiera siente amor por él mismo, éste Nico no me ama y yo no lo amo a él... Y es éste Nico el responsable de lo que nos pasa -terminó-

Tengo tan poco control sobre mi cuerpo que caigo sentado en la cama sin poder dejar de mirarlo. Primera vez en dos años de relación que una cosa así pasa. Primera vez en dos años de relación que tengo la sensación horrible de haberlo perdido.

Por favor comportémonos como gente grande -dice limpiándose las lágrimas del rostro- Separá las camas, me voy a cenar y vamos a terminar la convivencia en paz... Mañana o pasado ya me voy -dice sin mirarme, todavía llorando- Y vas a poder pensar con la cabeza fría, yo ya lo hice -completa-

Yo ya no lloro. Ni fuerza para eso tengo. Me sorprende el discurso que me dió, sus palabras fueron mil puñales directo a mi corazón.

Nos vemos después -dice saliendo y dando un portazo-
Caro tiene un atraso -susurré-

Y obviamente no me escuchó porque ya no está en el lugar. Pensé en contárselo, pero no puedo dejarlo a la expectativa. Hoy me llamó Caro, después del partido, y me heló la sangre. Qué hago si está embarazada? No soportaría ver sufrir a Maxi por ésto. Le dolería incluso más que a mí. Un solo error en su vida puede costarme perder a la persona que más amo. Una salida de amigos, una borrachera y un maldito error. Salí de la cama y me puse de cuclillas en el piso. Apreté mis ojos con fuerza, intentando contener las lágrimas pero es en vano. Terminé lo que tenía con Maxi, lo más preciado para mi. Y cosas así pasan cuando se pierde el control.

Continuará. (Últimos 5 capítulos)