♤Parte 2♤

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Desperté. A duras penas me puse de pie para dirigirme al baño y abrir la ducha. En cuestión de segundos el agua tomó la temperatura perfecta. Deje caer mi ropa en el piso y entre para que junte el agua y el jabón se llevaran cualquier rastro de sudor.

Salí después de algunos minutos, y envolví mi cuerpo en una toalla blanca.

Hoy más que nunca tenía que ir arreglada. Nayeon y yo habíamos terminado, así que no podía haber rastro alguno de debilidad. Al contrario, debía demostrar que todo seguía siendo más que perfecto.

Deje mi cabello suelto, permitiendo que ligeras curvas se formaran en él. Puse levemente maquillaje, delineé mis ojos con lápiz negro, mascara para pestañas y solo un poco de brillo labial, sobre mis gruesos y bien definidos labios.

Tomé mi bolso, el cual traía algunos libros. Ya que la mayoría estaban en mi casillero.

Bajé las escaleras. Mi madre estaba en la sala. La mesa de centro como siempre estaba llena de papeles, su laptop y sus tres teléfonos celulares. Sin duda alguna una mujer ocupada.

-Me voy...- Le avisé antes de salir.
-Que te vaya bien- Me contestó.

Hace dos meses que no conducía. Nayeon siempre iba por mí y me llevaba a la escuela, saliendo nos regresábamos juntas y cualquier cosa que necesitaba lo hacía ella.

Llegué al campus y estacioné mi auto. Me gustaba llegar algo tarde. Y así lograr capturar la atención de todas y todos. Obviamente, no era algo difícil de lograr. Bajé y todas las miradas se posaron en mí. Las de las mujeres eran despectivas y otras de deseo al contrario de las de los hombres que solo indicaban deseo, pero ellos saben muy bien que no salgo con ningún chico, así que ya pueden dejar de soñar tonterías.

Solo que esta vez todos murmuraban cosas entre ellos. Seguro sería la ausencia de 'Nayeon' a mi lado. Abrazándome por la cintura y cargando mi bolsa.

Lo ignoré y seguí caminando lentamente agitando mis caderas suavemente en un ritmo único.

¡Rayos!- pensé molesta - ¡Dónde demonios esta Jennie!- No lograba verla. Y realmente la necesitaba.

Llegué a mi casillero. Saqué mi celular y comencé a presionar botones, escribiendo un mensaje para Jennie.

- ¿Por qué tan acelerada?- Una voz burlona casi hace que el celular cayera de mis manos.
- ¡Dónde estabas!- Le contesté alterada.
- ¿En mi casa?- contestó extrañada.
- No me dejes sola...- Le dije seriamente.
-Ves...Rosé necesitas unas amigas- Se burló.
-Bien sabes que Rosé y amigas... no van juntas en la misma oración, a menos que lleve un 'no necesita más' en medio- Comenzamos a caminar hacia el salón.

Las clases transcurrieron rápido, debido a mi ansiedad por que diera la hora del receso y hacer que Nayeon se arrepintiera de haberme dejado.

Finalmente el estruendoso timbre nos libero del maestro de álgebra. Espere a Lisa. Ya acompañada por esta, caminamos hacia la cafetería. Acomode mi cabello antes de entrar y escuché una carcajada de Jennie.

-Ves lo que te digo... ella tiene toda la razón mujer- La fulminé con la mirada y empuje las puertas de la cafetería para entrar.

-Adiós, linda...
-Preciosa...

Halagos de ese tipo aunados a leves chiflidos y besos tronados se escuchaban al momento en que yo pasaba entre las mesas. Ya se habían enterado. Ya que estando con Nayeon absolutamente nadie se atrevía a abrir la boca.

Como amaba esta atención. Todos desde las deportistas hasta los 'inadaptados' volteaban a verme. A excepción de alguien...

- ¿Dónde demonios esta Nayeon?- Pregunté en un susurro solo audible para Jennie y para mí.
-Disfrutando de su libertad.
-Sabes, creí que eras mi amiga- le dije seriamente.
-Oh vamos, sabes que es juego- contestó riendo.

Me, Myself  & IWhere stories live. Discover now