01.

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Era un viernes por la tarde, el cielo estaba lleno de nubes grises totalmente desagradables, las personas iban y venían apresurados, desesperados por llegar a casa o por huir del trabajo

Johnny lo sabía

Sabía que él no iba a llegar

Pero siguió esperando porque eso es lo que los tontos hacen, dicen "está es la última vez." pero no se dan cuenta que han dicho eso unas quince veces antes, han dado tantas oportunidades porque al final sólo tienen la esperanza de ser escogidos.

El hombre de traje suspiró, miro hacia su derecha pero desde allí nadie llegaría y entonces se giró a su izquierda, apoyado entre las barandas de la vereda había un joven de cabellos blancos, un albino, era menudito, tenía el pantalón rasgado y a penas un fino suéter, tiritaba abrazándose a sí mismo

Pronto iba a llover, Johnny lo sabía, la aplicación del celular se había encargado de avisarle que utilice un paraguas.

Una gota cayó y el joven de cabellos blancos miro hacia el cielo, Johnny abrió el paraguas que hizo un ruido hueco, camino hasta donde el chico estaba y se paró a su lado, cubriendo a ambos con el paraguas, entonces la lluvia se desató torrencialmente

Golpeando con furia la tela negra, el asfalto y la decepción de una vez más no ser la primer opción.

—Gracias—el chico menudo dijo, Johnny asintió sin mirarlo demasiado.

Luego de varios minutos de silencio, se sintió incómodo, quería fumar pero sostenía el paraguas así que miro al chico a su lado, tenía la piel demasiado pálida pero no parecía estar enfermo—¿esperas a alguien?—decidió preguntar

—no—el chico rió avergonzado—sólo pienso en mi vida.

Inevitablemente a Johnny se le escapó una sonrisa, negando con la cabeza—¿puedes sostenerlo? Voy a fumar un poco. ¿tienes nombre o eres como los gatos callejeros?—burló divertido

—soy un gato callejero, sin embargo y desgraciadamente, ya he sido nombrado. Taeyong, Jung Taeyong. ¿tú?—Ahora el chico cuyo nombre había sido revelado sostuvo el paraguas

Había un dicho entre la manada, los que no tenían nombre eran libres, podían escoger el tipo de vida que quisieran, y con nombre se refería a que; pertenecías a tu familia o a la familia de quién te haya reclamado.

Si tu familia te dejaba libre de tu apellido entonces podías ser quién quisieras.

—soy un alfa, mi nombre no importa demasiado, de cualquier manera, puedo hacer lo que quiera. John Seo—al final murmuró.

El dicho sólo aplicaba a los omegas y betas.

Los lobos llamaban gatos a los que no tenían nombre, gatos con los que follar de vez en cuando sin ataduras.

El timbre de su celular comenzó a sonar y Johnny rápidamente lo sacó del bolsillo del traje, notando el nombre de su desgracia personal.

"Lo siento, no pude llegar." Jungwoo susurró, parecía estar escondido porque hablaba demasiado bajo.

"Nunca puedes llegar" aclaró Johnny, se había quedado con la caja de cigarros en una mano "sabes, también estoy cansado de esto, lo sabes Jungwoo, te habría amado toda la vida si tan sólo hubieses llegado!."

"Johnny yo—"

"Ya lo sé" murmuró herido Johnny "Ya sé que te estás casando y por eso no pudiste venir, y no.. ni siquiera pienses que puedes venir a mi de ahora en adelante, no soy tu segunda opción nunca más" tomó una bocanada de aire e intentó ocultar el dolor en su expresión "esta vez es definitivo, ya no te quiero tener más."

Esperando en el frío. •JohnYong•Where stories live. Discover now