04.

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—iremos presos—susurró emocionado el omega y el alfa rió

—¿por qué eres tan diferente a un omega normal?

Taeyong sonrió y miro hacia los costados—¿por qué tú eres tan diferente a un alfa normal? ¡dile adiós a esta ciudad que tanto mal nos causó!

Johnny tomo la mano de Taeyong y sonrió, cerrando los ojos.—adiós.

A lo mejor era una locura, Johnny no estaba seguro todavía, Taeyong tenia razón, podían meterlos presos porque Taeyong había sido un omega tomado, aunque no estaba casado aún así que del todo no le pertenecía a nadie. 

—¿a dónde iremos entonces?—preguntó Taeyong cuando ya estaban volando 

—Japón, hay un pueblo pequeño donde trabajaré cosechando té.

—¿puedo trabajar contigo? aunque no sé japones.—el omega se llevó un dedo a los labios, pensativo 

—dudo que el té hable japones así que no te preocupes demasiado.—burló, Taeyong rió escandalosamente

empujándolo—¿y nuestros hijos van a hablar japones? 

la pregunta fue algo que Johnny no espero, estaba sorprendido pero tuvo que salir de su impacto rápidamente porque Taeyong estaba mirándolo expectante esperando una respuesta.—posiblemente. 

—entonces tendremos que aprender japones. 

                                                                                         

                                           *

Johnny se fugó con el prometido de alguien más, la idea lo hacia reír. 

Cuando llegaron hacia tanto frío que se sentían a punto de congelarse, Johnny había reservado una habitación en un hostel tradicional, se sentía extraño y aunque no sabían bien japones gracias al celular pudieron de cierto modo hacerse entender con el recepcionista.

Esa noche, y por las siguientes de el resto de sus vidas Johnny se acostó frente a Taeyong, mirando su rostro dormido, sus largas pestañas y sus bonitos labios rosados, le acaricio el rostro y se acurruco junto a él. 

Los meses comenzaron a pasar, las cosas comenzaron a cambiar, el pueblo donde vivían era casi un campo, a Johnny y Taeyong les gustaba la paz que había, nadie los juzgaba ya, hacia algún tiempo que se habían acomodado en una de las pequeñas casas que el lugar tenia, no era un palacio como en donde Taeyong estaría viviendo si se hubiese casado con el hijo de los Jung 

tampoco era un departamento en Venecia, como en el que Johnny hubiese estado viviendo si Jungwoo lo habría amado

pero era más cómodo que el palacio y mucho más lindo que Venecia 

el invierno no se iba, era terriblemente frío como no podrías imaginar, tenían una chimenea que calefaccionaba la casa con mucho esfuerzo, Johnny cortaba leña para ellos y para los ancianos vecinos, todos los querían porque siempre ayudaban cuando podían, Taeyong preparaba postres que compartían luego de largos días de trabajo

cuando la noche llegaba, ambos reían de muchas cosas, hablaban de tonterías que pasaron en el día y una cosa llevaba a la otra, hablaban de sus vidas y con el tiempo más se conocían

El deseo sexual dejo de ser un acto de lujuria para convertirse en una expresión de amor, cada vez que Johnny tocaba el cuerpo de Taeyong lo hacía con cuidado a diferencia de otras veces, lo acariciaba como si fuese a romperlo y lo besaba como a un caramelo, disfrutaba cada segundo

Esperando en el frío. •JohnYong•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora