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Capítulo 9: Bolera

KAKDKSKDKKD HOLA POR FIN ESTOY AQUÍ DE NUEVO 😭😭😭😭 Muchísimas gracias por tenerme tanta paciente, de verdad. Este capítulo se lo dedico a user41235664, Akaaaaashi17, C_opaco y hopievil por ser personas preciosas y hermosas y skdjskdk ❤️❤️❤️ ¡Gracias tod@s los que seguís leyendo esta historia a pesar de lo mucho que tardo! Espero que os guste.

Pd: las ladies que más fueron votadas en el capítulo anterior las meteré eventualmente, no temáis ❤️

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Cinco bolos cayeron casi a la vez en la última jugada de Minghao, dejando tan solo un par de pie. El extranjero dio un salto victorioso, girando sobre sí mismo con una gran sonrisa satisfecha, y corrió a observar su puntuación sobre la pantalla encima de sus cabezas.

—Y con esto el chino se pone casi en cabeza.—bromeó con algo de altanería, aunque sin mala intención. Mingyu y Joshua rieron con él, y el más alto se levantó tras un último sorbo a su refresco para tratar de mantenerse en primera posición. Joshua lo siguió con la mirada unos cuantos pasos, aunque desvió el gesto en cuanto se dio cuenta de que Minghao estaba haciendo lo mismo. No era la primera vez que se encontraban los tres juntos, pero ellos dos todavía no se conocían demasiado. El americano sabía que ambos eran muy buenas personas, y realmente le haría ilusión si entre los tres se ayudaran para aguantar los golpes del resto del mundo. No era fácil, y aguantar solo era casi imposible. Él había tenido la suerte de poder escapar de todo aquello durante unos cuantos años, pero se preguntaba cómo se las habían apañado Minghao y Mingyu para no tirarse por la ventana varios años atrás.

—Es un poco tonto—comentó el chino casualmente—, pero se nota que es un trozo de pan.—le sonrió al mayor. Joshua no pudo evitar poner los ojos en blanco.

—Muchas gracias.—respondió Mingyu al volver a acercarse a ellos. Minghao escondió la vergüenza de haber sido pillado con las manos en la masa cruzándose de piernas, y Joshua fue incapaz de no echarse a reír.—Pero que sepáis que os habéis perdido una jugada maestra. Diez de diez, estará escrita en los libros de historia en los próximos años

—También es muy modesto, como puedes comprobar.—comentó el americano con una sonrisa algo burlesca.—¿No era esta la última jugada?

—Todavía no. Te queda tirar y podremos coronarme oficialmente como ganador.

—Ah, perdone usted.—rodó los ojos y se levantó fingiendo pesadez y cansancio. Escogió una bola al azar que resultó ser demasiado pesada, así que escogió otra y se acercó a la pista de juego. Trató de ignorar a las dos figuras que reían por lo bajo sin apartar los ojos de sus movimientos. Los apuntó con dos dedos en un gesto desde sus pupilas hasta ellos a modo de amenaza y trató de concentrarse en el juego. Minghao dio un trago a su refresco y relajó los hombros al echarse hacia atrás.

—¿Hace cuánto que sois amigos Joshua y tú?—preguntó con genuina curiosidad.

—Desde siempre, supongo. Ninguno de los dos encaja en el estereotipo de mafioso duro y cruel.—sonrió de lado medio en broma.—Por lo que Joshua me ha dicho tú tampoco eres muy fan, ¿no?

—Bueno.—se encogió de hombros-El ambiente en sí no me molesta. Ciertas personas, sí. No tengo la relación más convencional de todas con una de ellas, digamos.

—Ajam. Sí, yo también tengo una de esas.—asintió echándose hacia adelante para apoyarse con los brazos en sus rodillas, todavía observando al castaño, quien ya apuntaba para su segunda tirada.—Ser el novio del hijo del líder no es fácil, ¿eh?