Capítulo 2: Compartiendo

5.1K 318 98
                                    

Capítulo 2: Compartiendo


Hiroshi abrió lentamente los ojos, volteó a ver la hora en su pequeño reloj despertador con forma de gato y se dio cuenta que había pasado una hora desde que se había dormido. Se sentó al borde de la cama y dejó el marco con la foto en el velador al lado de su cama. Supuso que todavía no llegaba nadie ya que si su obaa-chan hubiera llegado, ya lo habría tirado de la cama y le hubiera dicho que se dejara de flojear e hiciera algo de provecho. Maldita vida la que llevaba, se dijo a sí mismo. Aun así, decidió levantarse e ir al piso de abajo a ver si había algo de comer, ya que él apenas y sabía cómo tostar pan y freír un huevo. Llegó al piso de abajo y ciertamente, no había nadie, por lo que se fue directamente al refrigerador viendo para su mala suerte, que éste se encontraba prácticamente vacío.

—Maldición, lo único que hay es un poco de jugo —murmuró cogiendo la caja de jugo que ahí había, se sentó a la mesa de la cocina y se dispuso a beber.

Kushina se dirigía en un taxi a la casa. Iba con cara de pocos amigos, tanto así, que hasta el chofer quería llevarla lo antes posible a su destino ya que temía ser víctima de la furia de aquella mujer, pero y el porqué del enojo, fácil, resulta que en el supermercado, se encontró con su amiga Kurenai quien también es sensei en el Konoha High School, siendo la profesora de física de Hiroshi y resulta que, cuando le preguntó acerca de cómo le estaba yendo a su nieto, Kurenai le dijo "pero si Hiroshi reprobó el último examen, es más, hasta yo le dije que debía de hablar con ustedes ya que he notado que al parecer no le pone mucho empeño en mis clases, más bien, diría que ni le interesa, es por eso que lo he regañado ya varias veces", maldito mocoso, pero ya la escucharía cuando llegara.

—Déjeme aquí, señor —le dijo al chofer quien detuvo el auto y se bajó a ayudarle a Kushina con las bolsas—. Gracias —le dijo y le pagó a lo que el chofer se va de inmediato.

Kushina se dirigió de inmediato a la puerta, la abrió, entró junto con las bolsas y gritó:

— ¡Hiroshi, ven aquí-dattebane! —a lo que este se sobresaltó de inmediato en la silla en la que estaba muy asustado, ya que cuando su obaa-chan le gritaba de esa forma, era porque estaba enojada pero, aun así, con todo el valor del mundo, tuvo que dirigirse hasta la entrada para ver qué quería.

—Hola obaa-chan, ¿fuiste de compras?

—Creíste que no lo sabría ¿eh?

— ¿De qué hablas? —preguntó de manera nerviosa mirando hacia el lado, rehuyendo la mirada intimidadora de Kushina.

—Hablo acerca del examen de física. Me encontré a Kurenai en el supermercado y me dijo que reprobaste y de que te había pedido que hablaras con nosotros, pero no, el niñito prefirió quedarse callado y seguir tan normal, ¿tú sabes cuánto cuesta que estudies en esa escuela?

—Mucho.

—Y entonces, así agradeces.

—Yo... lo siento es que... me cuesta mucho todo lo relacionado con números.

—Me importa un comino, si te cuesta tanto como dices le pondrías más empeño y te dejarías de perder el tiempo como lo haces. Maldición, verdaderamente no sirves para nada —a Hiroshi le dolieron mucho las últimas palabras ya que sabía lo que su existencia significaba para Kushina, un estorbo y nada más—. Y como me mentiste —continuó— no irás a esa discoteca mañana.

— ¡¿Qué?! Pero si es mi cumpleaños y tú ya me habías prometido que si podía ir.

—Ja, ¿y con esas notas piensas que te mereces un premio? por favor, no me hagas reír, es más, debería castigarte peor y negarte la celebración que te tenemos para mañana, pero como Naru ya preparó todo te la pasaré, pero aun así, hablaré con Naru para que te dé otro castigo.

Amor en el tiempo (SasuNaru)Where stories live. Discover now