¿Existen los cuentos de hadas?

¿Hola otra vez?

Había pasado una semana desde que Twilight y Sunset se vieron por última vez, la joven sirena volvió al palacio de coral y dio aviso de la información que tenía Luna en su casa.

-¿Eso es cierto Sunset?- preguntó la reina Cadence, estaba en medio del consejo real y a su lado estaba un puesto vacío, el lugar del rey.

-Se lo puedo asegurar mi señora, pude verlo de cerca y no es algo que debamos pasar por alto, sus datos indican nuestra ubicación proxima- contestó la guardiana haciendo una reverencia y el salón se llenó de murmullos.

El ambiente se volvió denso y el consejo deliberó que debería hacerse por un largo tiempo hasta que llegaron a una resolución.

-Sunset Shimmer... Continuarás con tu misión asignada, sin embargo Timber Spruce volverá contigo, él se encargará de infiltrarse en aquella casa y modificar la información- dijo Coco Pomel, la miembro más joven del consejo y diseñadora de la realeza.

Timber Spruce abrió las enormes puertas ya que fue llamado y rápidamente se le informó la situación como sus instrucciones. Ambos se miraron, ya habían hecho un buen equipo con anterioridad en algunas misiones pero preferían no trabajar juntos sino era necesario.

Así terminó la junta y ellos tenían que hablar para llegar a un acuerdo, nadaron juntos de vuelta a sus hogares, era irónico que vivieran tan cerca.

-No puedo creer que averiguarás algo tan importante- fue lo primero que dijo el triton de cabello verde una vez que se ánimo a hablar, no era fácil entablar una conversación con la chica de cabello rojo y franjas amarillas pese a ser amigos de la infancia.

-En el fondo no deberian darme tanto credito, si pude saberlo fue gracias a Twilight pese a que no he conseguido avanzar mucho con ella...- dijo la chica de tez bronceada con sinceridad, pese a que peleaban cada vez que estaban juntos, le tenía confianza.

-Pude haber esperado cualquier respuesta menos esa, ¡Cielos Shimmer!- él puso una sonrisa burlona y empezó a reírse.

-¡He...Heey! No, ¡no es gracioso ligón de segunda!- le reclamó la chica de ojos aquamarina mientras fruncía el ceño.

-Realmente sigues siendo muy torpe en ese tipo de cosas pero puedo notar tu esfuerzo, buen trabajo- le dijo el chico de tez morena y colocó una mano sobre la cabeza de ella.

-¡Ooh cállate!- gritó la sirena avergonzada y se apartó para adentrarse en su propia casa sin volver a mirar al chico.

En otra parte, Twilight había tomado seriamente las palabras de Moon Dancer y a lo largo de la semana estuvo saliendo para intentar encontrarse a Sunset de casualidad pero no hubo suerte.

-Ahh~ hoy tampoco tuve suerte...¿a donde has ido Sunset?- murmuró la joven científica para sí misma, dio un par de vueltas cuando se acostó, ya era hora de dormir.

Ella suspiró resignada, se abrazó a su almohada y cerró sus ojos pero no lograba dormir. Se mente se llenó de pensamientos "estoy inquieta, no he sabido de ella en una semana...y si...¿jamás nos volvemos a ver?...no, deja de pensar cosas sin sentido Twilight...mañana será un mejor día".

Al final esos pensamientos le generaron insomnio y se despertó tarde. Se tomó su tiempo para la rutina diaria y llegó al medio día al muelle; se encontró con una escena peculiar: la chica ruda tenía tomado a Timber de la oreja como si fuera su madre.

-Te dije que debíamos salir temprano pero ¡no! Tenías que quedarte dormido ¡idiota! además se supone que ya conocías el lugar- dijo la chica de tez bronceada con un toque de molestia.