VI

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John besó una de las manos de Paul, la derecha exactamente. En dónde ahora volvía a encontrarse el anillo de compromiso que alguna vez le había dado al menor.

Las chaquetas de sus trajes ahora estaban descansando sobre el respaldo de un sofá, mientras que ellos estaban sentados en el sofá grande. Mirándose fijamente a los ojos mientras que con una de sus manos sostenían una copa de vino que con el pasar de los minutos cada vez bajaba más.

"Entonces... ¿No tienes trabajo?" Paul negó un poco ante la pregunta, avergonzado. "¿Y qué ocurrió con el trabajo en la escuela? Por lo que recuerdo un día dejé de verte allá."

McCartney tomó un poco de la copa de vino que en su mano se encontraba y soltó un suspiro. Le daba vergüenza el admitir porque lo habían despedido.

"Un día... Poco tiempo después de que me hayas dejado fui en malas condiciones al trabajo. Con suerte si podía mantenerme de pie con el alcohol que había sobre mi cuerpo." Se estiró hasta la mesa de centro y dejó ahí su copa de vino para después recargar su cabeza en el respaldo del sofá. "Pudo haber pasado desapercibido que estaba borracho, de no haber sido que casi golpeo a un niño."

John nisiquiera se había enterado de eso, y eso que trabajan en la misma escuela. Tal vez todo quedó como un pequeño gran secreto. Nuevamente se estaba sintiendo culpable.

"Al parecer el chico sabía lo que había pasado conmigo y por qué actué así. Le pidió a sus padres que no me demandaran, pero no se quedaron de brazos cruzados e hicieron que me despidieran." Volvieron a quedarse en silencio, esta vez en un silencio cómodo, suspirando de vez en cuando. 

Paul se acercó más a John y llevó una de sus manos al cabello de este, comenzó a acariciarlo, haciendo que Lennon se relajara.

Todo parecía como sus primeros meses de relación hace años atrás, parecía que la infidelidad de John no hubiera pasado nunca y que nunca se hubieran separado. Todo era como cuando se quedaban hasta altas horas de la mañana hablando de trivialidades, porque las horas parecían minutos y los minutos parecían segundos en ese entonces.

John seguía siendo el mismo a los ojos de Paul. Por fuera parecía el hombre más serio de todos, pero cuando estaban en privacidad podía pasar a ser el niño más tierno que alguna vez alguien haya visto. Podía quedarse dormido con caricias en el cabello o cantándole una canción, nadie pensaría que podía ser capaz de hacer trizas un corazón.

"¿Por qué no sales de mi cabeza?" Susurró el pelinegro cuando ya John se encontraba medio dormido sobre el respaldo del sofá.

"Sólo piénsalo..." John se acomodó de tal forma en el sofá que su cabeza quedara apoyada en el ante brazo de Paul, dejando sus rostros muy juntos. "Yo me casaré en dos semanas y aún estoy enamorado hasta los pies de un chico de cabello negro y ojos hazel."




Need You Now. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora