Y me rompí...

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Melendi se sentó a su lado y cogiéndola la acomodó en sus piernas mientras con un tono sincero y suave enunciaba

- Melendi "Cariño ¿qué ibas a decir? Ma... Ma..."

- Lucía "Ma... Ma... (repitió risueña)"

- Hugo "Quizá está llamando a Alba"

- Melendi "Yo creo que no... Lucía ¿qué le sigue? Ma... Ma..."

- Lucía "Ma... Ma..."

- Marta "Me parece que mi hermanita se está riendo de nosotros (afirmó sonriendo)"

- Lucía "Ma... Ma... Malú..."

- ‎Hugo "Bien Lucía"

- ‎Lucía "Bien (aplaudía una vez más)"

- ‎Marta "Lo conseguiste (le guiñó)"

- ‎Lucía "Malú"

Involuntariamente una de mis manos se dirigió a mi vientre ¿qué me estaba sucediendo? empecé a sentirme incomoda... incapaz de pronunciar palabra... me incorporé y acercándome a Lucía, dejé un beso en su frente, simultáneamente los brazos de Melendi la rodearon desde atrás, para después asentar la boca en la pequeña espalda de su hija, yo... yo salí del salón rápidamente hasta encerrarme en el servicio... abrí el grifo inmediatamente y salpiqué mi rostro con abundante agua fría manteniendo mis ojos cerrados, procurando normalizar mi estado... respiraciones y latidos...

Cuando me miré en el espejo logré no reconocerme... ¿por qué había tenido que decir mi nombre? ¿por qué joder? el malestar de estómago con él que hoy me había despertado por esa puta pastilla se incrementó... se incrementó... y aquellas gotas de gusto salado saturaron mis lagrimales, comenzando a rodar por mis mejillas de forma reiterada...

Necesité marcharme de la casa y quedarme sola... sin embargo... no sería fácil... no sería fácil porque en cuestión de minutos alguien golpeó la puerta entonando

- Malú

No quería verle... no podía hablar... no pretendía dar explicaciones... no me agradaba la posibilidad de terminar discutiendo... no deseaba que me descubriera llorando y se preocupara por la razón... no... no... maldita sea... maldito sea el conflicto que tuvimos en la ducha... maldito sea el momento en él que se me ocurrió visitarle en el hotel... maldita sea nuestra mierda inconsciencia de follar sin protección...

De nuevo me extrajo de mis pensamientos su voz... su voz cuyo aspecto se percibía agitado... como si ya supiera mi indisposición...

- Malú déjame entrar

- ‎Melendi por favor márchate, necesito unos minutos...

- ‎Cariño ¿estás bien?

- ‎Sí... (respondí con un tono que acabó por romperse)

- ‎Malú ¿estás llorando? no joder... ¿qué te pasa?

- ‎De verdad nada... únicamente me hace falta estar sola unos instantes

No volví a escucharle algo que agradecí... procuré entonces recomponerme... me sequé los últimos restos de lágrimas que cubrían mi piel y tras inspirar profundo, desplacé el pestillo para salir... al abrir la puerta lo encontré sentado en el suelo con su espalda apoyada en la pared... en cuanto me vio se levantó de golpe y acercándose a mi cuerpo, me acarició la cara con delicadeza manteniendo la calma... intenté contenerme para no regresar a la misma desoladora escena que terminaba de vivir... en ese momento Melen tuvo que abrir la boca desestabilizando cualquiera de mis avances

- Confía en mí, quiero ayudarte

- ‎Lo sé pero está todo bien, no te preocupes... (enmudecí por un segundo mirando sus intensas pupilas que me desbordaban) bueno... quizá necesito un abrazo (mis ojos se inundaron de nuevo aunque sin llegar a dar paso al llanto)

Sin dudarlo rodeó y estrechó mi cuerpo fuerte, pegándome al suyo con intensidad, procurando recomponer y consiguiéndolo... cada uno de los pedazos en los que me había convertido, sus palabras pausadas y tiernas actuaban como sanadoras susurradas en mi oído

- Sea lo que sea lo que te sucede... mejorará, eres fuerte y luchadora vencerás la batalla, además yo estaré contigo

Se merecía que respondiera... se merecía una explicación aunque no la real, no podía hacerle daño... no me lo perdonaría... entonces intentando no tartamudear y dominando las emociones le contesté

- Y si Alba escucha a Lucía decir... decir mi nombre y se enfada... empeora la situación y finalmente rechaza tu trato de separación

- ‎Aunque lo retrase no voy a estar preso de ese matrimonio mucho más tiempo, así que si no es por las buenas será por las malas

- ‎Pero tú tienes las de perder...

- ‎Deja de pensar en eso ¿vale? (besó mi pelo) no puede apartarme de mi hija y tampoco de ti

- ‎Necesito que me quieras

- ‎Lo hago... (sus labios se rozaron con los míos)

- ‎Necesito que estés conmigo (mis manos se colaron entre su pelo)

- ‎Lo estoy y lo seguiré estando (su frente se abalanzó hasta apoyarse en la mía) y ahora pídeme algo que no sepa (sonrió ampliamente) o mejor... intenta despreocuparte o ignorar estos temas, porque el bipolar soy yo y creí que tú serías mi contención no al revés

- ‎Te amo

- ‎Como me gusta escucharte pronunciar eso (sus brazos se entrelazaron por el contorno de mi cintura, ejerciendo fuerza para levantarme hacia su boca... hacia su boca que ya me esperaba ansiosa por sentirme)

- ‎Te amo

- ‎No más que yo

¿Amigo? (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora