jaeno aun pensaba en la noche anterior.
— jaemin, deberías marcharte —
se arrepintió de haber dicho aquello, pero no quería abalanzarse sobre el menor y comenzar a besarlo y a tocarlo. era demasiado pronto para que algo pasara.
decidió olvidar todo aquello y salió de casa para dar un paseo, pero encontró una carta en la puerta de casa.
"daddy"
era lo único que ponía y aquello hizo que algo dentro de jaeno despertara.
sonrió para si mismo y caminó hasta encontrar una papelería. allí compró sobres azules, y cuando llegó escribió una carta, para su gatito.plasmó con su mejor letra "kitten" en el centro de un papel y en el sobre escribió "para el tierno na jaemin". caminó hacia la casa del menor y tocó la puerta.
una anciana lo recibió y jaeno le regaló su sonrisa mas bonita.
— ¿está jaemin? — la señora asintió y llamó a su nieto, quien se sorprendió al ver a jaeno parado frente a su puerta. — esto es para ti —
jaemin tomó la carta que el mayor le estaba ofreciendo y sonrió.— ¿viniste solo para esto bebé? — el nombrado negó y se acercó al menor, besó su cuello tiernamente y despues lo mordió dejando una pequeña marca. agradeció que la anciana ya no estuviera allí y miró a jaemin por unos segundos.
ambos estaban realmente sonrojados y sus corazones latían a la misma velocidad.— lo siento — susurró jaeno para después salir corriendo.
pero jaeno no estaba arrepentido de nada, al contrario, estaba feliz porque habia marcado su territorio.