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jaeno realmente estaba preocupado. jaemin no daba señales de vida desde hace una semana.

— deberíamos visitarlo — sugirió donghyuck mientras jugaban a videojuegos en la casa del menor.

— ¿y si no quiere verme? — el de piel mas morena apagó la consola y lo miró con el ceño fruncido. — estaba ganando — susurró jaeno molesto.

— querrá verte — el mayor suspiró y juntos fueron hacia la casa del menor.

                                 (...)

— toca tú — dijo jaeno nervioso cuando por fin habían llegado.

donghyuck tocó la puerta y la abuela de jaemin no tardó en abrir.

— jaemin está en su habitación — sonrió la anciana y ambos chicos pasaron a la casa. donghyuck solo seguía a la mujer pero jaeno observaba cada detalle de la casa, las fotos, los cuadros e incluso las flores pintadas en las paredes. — suerte — ninguno entendió por qué la anciana habia dicho eso, pero nada mas entrar a la habitación lo entendieron.

ni un pequeño rayo de luz entraba en aquella sala, habia montones de ropa por los suelos y miles de papeles sobre la cama.

— ¿bebé? — jaemin se removió bajo las sabanas cuando jaeno encendió la luz.

— esto es muy antihigiénico — susurró donghyuck, haciendo que jaeno le regalara un golpe en sus costillas.

— ¿jen? — preguntó jaemin mientras miraba al pelinegro, quien se acercó hasta el menor y lo abrzó.

— creo que debería ir a hablar con la abuela de rosadito — dijo molesto donghyuck mientras salía de la habitación.

— tus cartas están en el primer cajón del escritorio — sonrió jaemin debilmente para después soltar un sonoro estornudo.

— no era necesario — jaemin negó y miró a jaeno por unos segundos.

— jen —

— ¿si? —

— dame un besito — susurró el de pelo rosa con tristeza y jaeno no pudo evitar sonrojarse.

— ¿u-un beso? — el menor asintió y señaló sus labios tímidamente.

— a-aqui — jaeno asintió tomando a jaemin por las mejillas y se acercó lentamente al menor.

— ¡espera! — gritó jaemin separandose bruscamente. — n-no quiero contagiarte el resfriado —

— oh, cierto — sonrió jaeno — ¿aquí puedo besarte — jaemin asintió cuando su hyung le tocó dulcemente la nariz. jaeno dejo un corto beso en la nariz del menor quien sonreía ampliamente.

— ahora me siento mejor — susurró el menor sonrojado, mientras era envuelto en los brazos de jaeno.

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