CHAPTER TWO: HOME
hyunjin no entendía lo que pasaba, sólo sabía que de un momento a otro había roto su juramento y se encontraba de nuevo mirando a través de la ventana, esperado escuchar de nuevo la risa de aquel joven y poder verlo. se odiaba a sí mismo por hacerlo, pero en esos momentos, nada le parecía más importante.
toda su vida, parecía resumirse en ese momento; en la angustiante espera de aquel chico. entonces, apareció entre los árboles, dio una mirada de reojo a la casa y se sentó en un pequeño árbol caído que hacía la función de banca.
hyunjin se sorprendió al ver que no hacía más que estar ahí sentado, pero entonces sus miradas se cruzaron y al instante se alejó de la ventana. se había prohibido a sí mismo poder relacionarse con alguien más, ¿cómo podía romper sin más esa valiosa regla?
se recriminó tanto a sí mismo, que en un principio no notó los ligeros golpes en la puerta, aunque cuando lo hizo no supo que podía significar. seguramente el chico creería que era raro y se cuestionaría qué hacía mirándolo a través de la ventana.
venciendo sus dudas, caminó hasta la puerta y la abrió, sorprendiendo al chico distraído mirando por sobre su propio hombro.
-oh, disculpa -volteó rápidamente y le sonrió-. buenas tardes, espero no haberte incomodado estando afuera de tu casa.
hyunjin abrió un poco los labios, pero no pudo emitir sonido, las palabras habían abandonado su ser y se rehusaban a volver, por lo que solamente asintió con la cabeza, esperando no parecer un imbécil.
-oh, ¿eres mudo, sordomudo o algo así? -chan soltó una risa nerviosa-. entonces todo esto parecería esa película de la autora sordomuda que vive en su cabaña.
hyunjin lo miró sin entender, sin decir nada todavía, pero el otro pareció mal interpretar su mirada, pues rápidamente siguió hablando.
-pero sin la parte del asesinato y esas cosas -rió nervioso y entonces pareció ponerse más angustiado-. demonios, soy un maleducado, disculpa. me llamo bang chan -extendió la mano derecha delante de sí-. ¿cuál es tu nombre?
lo intentó, intentó con todas sus fuerzas que las palabras salieran de su boca, y finalmente lo hicieron, pero de una manera tan inaudible, que daba lo mismo si no hubiera hablado.
-uhm... ¿hwang hyunjin? -el joven leyó sus labios cuando notó la desesperación en su rostro.
hyunjin asintió, sintiéndose tonto e inútil, incapaz de pronunciar su propio nombre.
-creo que es un lindo nombre -chan sonrió-. me acabo de mudar a una de las cabañas de por aquí cerca, y me pareció que tu jardín era precioso.
cuando hyunjin le devolvió la sonrisa, chan siguió hablando un poco más, con preguntas sencillas, hasta que el otro lo invitó a pasar con un gesto de mano.
sólo cuando sintió la mirada del de cabello teñido recorriendo su hogar, reparó en lo desordenado que estaba todo, en como los muebles se veían viejos y gastados y como las cortinas que alguna vez fueron blancas, ahora se veían amarillentas. esa fue la primera vez en que reparó que su hogar no parecía uno en lo absoluto.
END OF CHAPTER TWO
