CHAPTER ELEVEN: LIE
la felicidad de chan era tan grande como el universo entero apenas escuchó a felix. ¿acaso era otro sueño?
corrió hasta la habitación de hyunjin, y cuando lo vio ahí, sentado y con los ojos muy abiertos, no pudo evitar abrazarlo y llorar, tanto que al principio no notó la incomodidad del menor intentando soltarse.
-hyunjin, ¿cómo te sientes? ¿te duele algo? -su reacción instintiva fue revisar si hwang tenía algo.
-¿quién... eres? -la voz de hyunjin era melodiosa, incluso tan agotada como estaba.
la sonrisa de chan se convirtió en una mueca de tristeza.
-estás jodiendo, ¿verdad? ¡soy yo, chan!
sus amigos se miraron incómodos detrás de él y murmuraron algunas palabras entre ellos, hasta que seungmin tomó el brazo de chan y lo llevó un poco hacia atrás.
-se golpeó la cabeza al caer, no sabemos si eso lo afectó -intentó sonreír-. pero, eh, sigue siendo el hyunjin que conoces, sólo que está desorientado.
chan asintió y salió de la habitación. no quería que lo vieran llorar.
[ ☁️ ]
conforme pasaron los días y hyunjin no recordaba nada, la preocupación de los médicos fue cada vez a mayor, hasta que llegaron a una conclusión: alguien que conociera a hyunjin debía decirle todo.
alguien debía hablarle de quién fue alguna vez, de quiénes eran las personas que lo rodeaban... y cómo terminó en ese hospital.
cuando chan se enteró, no supo si estar feliz o triste. es decir, podría inventarle una nueva vida, una donde jamás hubiera sido lastimado, donde él hubiera sido feliz, donde nadie jamás lo hubiera abandonado, una vida donde no estuviera tan roto.
y, así lo resolvió, le mentiría. le mentiría para que pudiera ser un poco más feliz.
[ ☁️ ]
cuando por fin llegó el día en que hablaría con él, entró a la aséptica habitación de hospital donde reposaba el menor. le sonrió y recibió una brillante sonrisa de vuelta.
los días anteriores, hyunjin había entendido que chan era su amigo, que podía confiar en él, y que él lo había salvado; así que ahora, podía sonreírle de verdad.
se sentó en la silla junto a la cama, y cuando iba a empezar a hablar, se quebró y empezó a llorar.
no podía mentirle, no podía cambiar su historia, porque si lo hacía, desaparecería todo rastro de la persona que él quería, y ya no sería el mismo chico callado que él había llegado a amar un poco.
así que mejor empezó a hablar.
le contó una historia.
END OF CHAPTER ELEVEN
