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—¡Jeno!.

Jaemin dio un espantoso grito en el oído del aludido haciendo que este pegara otro grito igual de alto.

Se giró molesto al grupo de tres chicos que rompían en carcajadas mientras él frotaba su oído con su mano.

—¡¿Qué sucede con ustedes?! —reclamó fulminandolos con la mirada.

—Eso te pregunto yo a tí —Donghyuck calmó un poco su risa y pudo cuestionar al mayor—, llevas más de diez minutos mirando allí sin ningún tipo de vergüenza o miedo a ser descubierto, que descarado eres.

Los pómulos de Jeno adoptaron un tono rosado indicando que se había avergonzado. ¿Tanto tiempo llevaba mirándola?

Era inevitable, por más que lo evitará, lo único que había hecho en todo el día, había sido desviar su mirada a ella cuando estaba cerca o buscarla cuando no estaba al alcance de su vista.

—No sé de lo que hablas —desvío su mirada a alguna otra parte lejos de ella y evitó hacer contacto visual con sus amigos.

—Ya, y yo soy Jack Nicolson —bromeó Jaemin.

—Se te han caído litros de baba mientras la veías —atacó nuevamente Donghyuck al pobre Jeno, que tampoco podría darles una explicación concreta del motivo por el cual la veía.

—¡Qué exagerado! —regaño Jeno al menor aceptando indirectamente las sospechas del trío.

Los tres le dedicaron sus más atentas miradas. Jeno tiró su cabeza hacia atrás y gruñó. Nuevamente, su mirada la buscó y la encontró donde momentos antes había estado.
Sentada sola en ese viejo columpio, meciendose suavemente con los ojos cerrados.

—¿Por qué no le hablas?

—¡No! —saltó volteandose a ellos de nuevo con una mirada de espanto.

RenJun enarcó una ceja y lo miró divertido.

—Lee Jeno no le tiene miedo a nada —le recordó el extranjero. Y sí, era cierto aquello. Jeno no demostraba si estaba asustado por algo, o si se sentía inseguro, si debía hacerlo lo hacía y se tragaba para él cualquier clase de sentimiento.

—Digo... —movió sus ojos con nerviosismo y empezó a jugar con sus dedos—sería raro para ella que le hable así de la nada ¿no?

—¿Entonces cómo diablos te va a notar? Duh —Jaemin hizo una exagerada mueca de obviedad dándole a Jeno otra duda existencial.

Jeno sacudió su cabeza dándose cuenta que se había dejado llevar mucho por sus pensamientos.

—No, no le voy a hablar —frunció su ceño forzando una expresión de seriedad, pero sus propias palabras le presionaron el pecho.

Quería hablarle pero se sentía demasiado cobarde y tonto cómo para hacerlo, Jeno le tenía miedo a muchas cosas.

—Al carajo, voy a hablarle yo —se levantó un decidido Donghyuck dando un golpe a la mesa.

El corazón se le detuvo a Jeno.

—¡No! —en un acto de desesperación, Jeno intentó sujetar del brazo al más bajo, pero haciendo este un quite, a Jeno no le quedó más opción que tirarse sobre su amigo sin importarle que ambos cayesen al cesped.

—¡Quitate! —lo empujaba Donghyuck pero el mayor solo le hacía muecas ordenandole que dejara de gritar y fuerza para que no se logrará zafar de su agarre.

—Nenitas, ahí viene —anunció Jaemin con un tono de voz bajo, esperando con ansias ver la cara de vergüenza que pondría Jeno cuando la chica pasara y los observara en tal situación.

F L O S S Y   ⊰  JENO  ⊱Where stories live. Discover now