#O3

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Kirishima iba a defenderse, pero para ese punto de la conversación no tenía ni idea de la razón por la cual era el culpable. Y, por otro lado, sentía que si gritaba, si tan sólo le daba la contra a Bakugou, dejaría de escuchar ese rítmico sonido que lo tenía tan hipnotizado. El poom-poom del corazón del más alto se sentía como un agradable calmante natural, incluso a pesar de su acelerado ritmo.

—¿Por qué es mi...? —Pero fue interrumpido por Bakugou nuevamente.

—Kirishima, respóndeme una maldita pregunta.

—Di-¡Dime!

—¿Sabes que planeo convertirme en el mejor héroe de todos, verdad? Superar a All Might, derrotar al nerd de Deku y a cualquier bastardo que se cruce en mi camino.

—Sí...

—Me importa una mierda lo demás. Salvar personas, proteger a la gente, prefiero dejarle eso a otros tipos y derrotar a bastardos fuertes, para hacerme más y más fuerte también.

Kirishima sabía que la primera parte de aquella última frase no era tan cierta, pero prefirió no refutarle en ese momento, conocía a Bakugou en ese sentido y si se ponían a debatir sobre sus cualidades internas para ser un héroe completo —cualidades que Bakugou prefería ignorar o esconder— pues, esa conversación no llegaría a ningún lado, y todo el ambiente se volvería un caos de nuevo.

Así que no le quedó más que asentir suavemente.

—Soy Bakugou Katsuki, ese pedazo de mierda que pasó en primer lugar el examen de admisión con cero puntos en rescate, el mismo que durante los juegos deportivos tuvo que ser detenido y contenido como una maldita bestia. Y eso me importa una mierda, porque preocuparme por estupideces sólo consigue que no me enfoque en mi propósito.

—Uhm... —Kirishima se mordió su propia lengua.

—Mi único maldito propósito —volvió a repetir Bakugou, observando al pelirrojo con total determinación.

Kirishima imaginó que Bakugou iba a continuar, pero el rubio hizo una pequeña pausa en la que hasta su mano tembló un poco. El pelirrojo sintió ligeramente el sudor proveniente de la mano ajena y supuso que esa era la razón de Bakugou aflojando el agarre, sin embargo, agradeció que este no se apartara, no cuando aún parecía tener mucho que decir.

—Pero... —Bakugou soltó un sonido ahogado, parecido a un gruñido de frustración—. Porque la vida es una jodida broma en donde no pasan las cosas que quiero, ahora hay una maldita persona que no sale de mi cabeza, y que arruinó cada uno de mis jodidos planes.

Bakugou pareció volver a titubear, sin embargo, negó con la cabeza y miró a Kirishima con firmeza. Su rostro no podía encontrarse más irritado, pero ahí estaba, demostrando decisión y seguridad aunque todas las señales de su cuerpo intentaran demostrar lo opuesto.

—Y esa persona es tan malditamente estúpida... No entiende ni una jodida cosa y sólo va por ahí resaltando sus defectos como si esa mierda fuera más importante que todo lo que ha hecho. Me tiene harto con su necesidad de recalcar lo varonil de las malditas cosas. ¿Por qué es tan jodidamente molesto? Se mete en tu vida porque cree ver cualidades estúpidas en ti y luego sólo se instala ahí, en tu maldita cabeza hasta que sólo puedes pensar en cómo carajos continuarás con tus malditos objetivos y con él a tu lado.

El pelirrojo para ese punto parecía un tomate con el cabello en punta, se le erizaron cada uno de los vellos de su piel y su garganta se secó, mientras su corazón se aceleraba, empezando a acompañar el latir de Bakugou, ambos volviéndose completamente locos. Su mano aún continuaba sobre el pecho ajeno, pero por la cantidad de palabras que el más alto decía, el pelirrojo intuyó que estaba sobrepasando sus propios límites, sacando todo lo que tenía guardado.

Más de lo que creí. | Bakugou Katsuki x Kirishima EijirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora