capitulo 3

2K 109 21
                                    

—Me estás tomando el pelo, ¿verdad?

Le miré fijamente, preguntándome si mi lado maniático del control podía manejar esto.

Su mano rozó mi mandíbula.

—Te prometo que iré despacio.

Negué con la cabeza, y dejó caer su mano.

—No creo que pueda hacer esto.

—Sólo sujétate a mí. Te prometo… que te divertirás.

—Luke…

—____, confía en mí.

Respiré profundamente. Podía hacerlo. Sólo tenía que apagar mi cerebro como Kelsey dijo.

—Vale, pero date prisa… antes de que cambie de opinión.

Su rostro se separó en una sonrisa, y plantó un rápido beso en mi sien.

—Que chica.

Luego cuidadosamente colocó el casco sobre mi cabello, pasó una pierna por encima de su moto, y me ofreció la mano. Empujé mis reservas, y la tomé. El asiento estaba curvado así que a pesar de intentar incorporarme unos centímetros hacia atrás, me deslizaba hasta que mi cuerpo se presionaba contra el suyo.

Su mano se instaló en mi rodilla, sus dedos curvándose hasta hacerme cosquillas en la zona sensible de atrás. 

—Sujétate a mí.

Hice lo que me dijo, y casi me da una aneurisma cuando pude sentir las crestas de los abdominales a través de su camisa. De repente, estaba súper-consciente de la chicha que descansaba justo por encima de mis jeans. Le echaría un vistazo a mi cuerpo y sabría que no era lo suficientemente buena para él. Diablos, podía estar sintiéndola ahora mismo contra su espalda y estar lamentándose ya de esto. Entonces la mano sobre mi rodilla dio un pequeño tirón, y aunque pensaba que no podríamos estar más cerca, lo hacíamos.

No estaba presionada contra él. Estaba incrustada.

Mi pelvis estaba tan apretada contra su espalda que un vertiginoso mareo me atravesó. Y en ese mismo momento, arrancamos. Hundí mis manos en su cintura, y saltó, la moto entera desviándose hacia un lado.

Grité. Bueno, más bien chillé. Justo en su oreja.

Nos estabilizó, y luego desaceleró en una señal de stop.

— ¿Todo bien?

Con mi cara enterrada en su hombro, me las arreglé para rechinar—: Sí.

—Lo siento, amor, soy un poquito delicado eso es todo.

—Oh. —Aflojé los dedos que prácticamente estaban enterrándose en sus costados. Gracias a Dios que no podía ver mi cara en este momento. El rojo no me favorecía.

Tomó mis manos, y tiró para que mis antebrazos se cruzaran sobre su estómago, y mis brazos estuvieran envueltos alrededor de él completamente.

—Mucho mejor. Démosle otra oportunidad.

Esta vez cuando arrancó, no grité. Ganó velocidad lentamente, y mantuve mi mejilla plana contra su espalda con los ojos cerrados.

Shakespeare seguía trabado en mi cabeza de nuestra conversación anterior, por lo que recité todo lo que sabía sobre él para mantener mi mente ocupada. Empecé con el soliloquio de “Hamlet”. Luego me trasladé al discurso del “Día de San Crispín” de Henry V. Estaba terminando el monólogo de Macbeth, “Mañana y Mañana y Mañana”, cuando Luke me interrumpió.

—Realmente te gusta el Bardo.

La mortificación se estaba convirtiendo en mi emoción por defecto. Supongo que no los estaba recitando en mi cabeza como me pensaba.

Like a Virgin -TERMINADA-(Luke Hemmings y Tu)Where stories live. Discover now