♠Capítulo 3♠

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BaekHyun salió de la universidad sin pasar por la cafetería como venía siendo una costumbre para él desde que empezó a dar clases ahí. Su ceño estaba fruncido y su mandíbula apretada advertía que en ése momento no estaba del mejor de los humores.

Hace tan solo unos minutos atrás había sido llamado por KyungSoo, su segundo al mando en el escuadrón, para decirle que una nueva banda de vampiros no reconocidos habían atacado la manada y que ahora mismo ellos estaban investigando alejados del escuadrón alfa de El Dorado. Justo después de colgar la llamada había soltado una maldición y se había deshecho de la corbata que rodeaba su cuello y del abrigo elegante que solía llevar con él en los días fríos como aquél; atrajo la atención de algunos profesores y alumnos que circulaban por los pasillos al salir del salón de clases estrepitosamente, pero él pasó totalmente de las miradas curiosas y sólo apresuró el paso hacia la salida de la universidad.

Dio largas zancadas hacia su auto y abrió la puerta para arrojar en el asiento de atrás la corbata, el abrigo y los zapatos que ya se había quitado, se despojó de su camisa y se desabrochó los pantalones, muy consciente de que estaba dándoles una escena a las chicas y chicos hormonales que salían del edificio para irse a sus casas, pero todo pensamiento racional se perdió cuando saltó hacia adelante y su ropa terminó de rasgarse al caer a cuatro patas en el suelo. Los músculos de su animal se flexionaron para tomar vuelo antes de iniciar con la carrera y sus orejas súper desarrolladas captaron varios murmullos sorprendidos y gritos ahogados de los alumnos que lograron ver su transformación.

Bueno, al parecer iba a tener problemas con el rector cuando fuera a trabajar de nuevo.

Aumentó la velocidad de su carrera y BaekHyun agradeció ser un omega por primera vez. Al ser más pequeño y de constitución delgada, su lobo era ágil y rápido y eso le permitía desplazarse por los bosques en un tiempo considerablemente corto, además, le daba cierta ventaja cuando tenía que enfrentarse a algún hombre o ser mucho más robusto que él.

Se adentró en la inmensidad del bosque y se movió con movimientos expertos al esquivar los anchos e inmensos troncos. Su sangre corría con fuerza en sus venas y la emoción que causaba correr en su animal lo impulsó hacia adelante con más fuerza. Sus patas se enterraban en la tierra y debajo de sus uñas quedaba alguna mota de ella, pero no era algo que le molestara realmente. Su delicada nariz captó el olor característico de los animales que vivían en el bosque, desde los ciervos hasta las aves, y también se sintió a gusto cuando captó el aroma particular y puro de los robles y pinos, sin embargo, un efluvio en particular lo hizo gruñir y rugir con furia.

La sangre se mezclaba con el dulzor del aroma de los vampiros y flotaba como un fantasma en el aire, haciéndolo enojar y encolerizarse. Soltó un aullido para avisar que iba en camino y a lo lejos escuchó la respuesta de su mano derecha. Apuró a sus piernas fuertes y aumentó la velocidad de su cuerpo de una manera casi imposible. Los árboles a su lado pasaban como un borrón y tuvo que valerse plenamente en sus sentidos y en su intuición para no chocar con algún tronco o arbusto.

A medida que iba acercándose a KyungSoo el olor de la muerte se hacía cada vez más fuerte, metiéndose en su nariz con fuerza y descontrol. Le tomó un poco más de tiempo localizar a su amigo y su paso desaceleró al entrar en un claro, donde se había llevado a cabo la escena del crimen. El lobo de KyungSoo, pequeño y de un hermoso color castaño rojizo, lo miró con sus penetrantes y serios ojos cafés y BaekHyun no tardó en acercarse a él trotando.

Sin perder el tiempo en saludos innecesarios y que estaban de más en la situación que estaban pasando, preguntó a través del vínculo que compartía con su escuadrón en su mente.

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