Parte 1

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Era 1997, ''Everybody'' de los Backstreet Boys sonaban en la radio mientras María preparaba el desayuno. Salvador asomo sus cabellos color chocolate y su mirada de ojos verdes por la entrada de la cocina para luego sentarse en una silla de la barra bar.

-Hola hijo, ¿Ya queres desayunar? -Pregunto María dándole un beso en la frente y acto seguido alborotándole el pelo con cariño.

Salvador simplemente asintió con la cabeza.

Salvador era un chico especial, desde muy chico había sido diagnosticado con trastorno generalizado de desarrollo no especificado, es un tipo de trastorno que afecta las habilidades lingüísticas, las relaciones sociales, la conducta e intereses. Con 16 años, únicamente hablaba un par de palabras al día. Solamente se relacionaba con su mamá y con Naomi, su profesora particular, ya que no podía ir ni siquiera a una escuela especial por sus ataques de pánico y su dificultad con el lenguaje. Su padre se había ido de la casa luego de que Salvador había cumplido un año de vida y nunca más había aparecido.

Rara vez Salvador salía de casa, y cuando lo hacía era para sacar a pasear a Haru, un Husky Siberiano muy inquieto y ruidoso. El tener personalidades opuestas hacia que se llevaran muy bien, Salvador se sentía protegido cuando estaban juntos y le gustaba jugar con el hasta que se cansaran.

María no presionaba a su hijo para que se comunicara más con ella o que saliera más seguido de la casa. A Salvador las únicas cosas que le interesaban era leer y escuchar música, y la comida, por supuesto.

-Salvi, cuando termines de desayunar, lava los platos por favor.

-Sí, má –Respondió el con su voz ronca de recién haberse despertado.

-Yo me voy al trabajo, acordate que viene Naomi a darte clases de Biología hoy. Préstale atención y tal vez haga tu comida preferida en la cena – María sabía que Biología era la asignatura que menos le gustaba a su hijo, pero siempre lo compensaba con cosas que le gustaban, ya sea un cd, un libro o con comida.

El chico solo asintió mientras hacia una media sonrisa para complacer a su mamá.

El día transcurrió como cualquier otro jueves, Naomi llego cerca de las 8. Corrigió su tarea y dio una clase sobre los sistemas del cuerpo humano. Al mediodía, la profesora se fue para dar clases en una escuela. Salvador no era el mejor de los cocineros, pero por lo menos hacia comida comestible. Se preparó un plato de spaguettis y lo devoro mientras escuchaba el álbum ''Abbey Road'' de The Beatles. Lo había encontrado en una caja que era de su padre junto con otros vinilos de los 60', 70' y 80'.

María llego a casa a las 8 de la noche, mientras el sol se estaba ocultando. Haru la examino mientras movía la cola cuando pasaba la puerta de entrada y Salvador la saludo por debajo de su libro con un inaudible hola.

-Salvi, te van a dar pesadillas si seguís leyendo esos libros –Dijo la madre cuando se percató que estaba leyendo un libro de Stephen King.

- ¿Qué? –Respondió Salvador suavemente fijando su vista en ella, ni siquiera se había dado cuenta que le había hablado.

-Nada hijo, dentro de media hora va a estar la cena –Él ya había vuelto sus ojos hacia su objeto preciado.    

SarténWhere stories live. Discover now