Prólogo

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La escasa luz del sol se filtraba por entre medio de la blanca persiana del pequeño departamento. Una suave y tibia sensación se deslizó por el cuerpo del joven de cabello claro, quien abrió lentamente los ojos, aún algo aturdido. Desde hace tres días que llevaba durmiendo menos horas de las que acostumbraba. Había algo que lo mantenía inquieto, aturdido por un sentimiento similar a la angustia. Sin embargo, no era una preocupación realmente relevante. Pensó, tal vez, que tendría que ver con su nuevo trabajo.

«Mi sueño.» pensó.

Después de todas las peripecias que sufrió para entrar en la organización de nombre "Passione", sin contar los hechos anteriores como, por ejemplo, el encuentro con... ¿Koichi? o con el tipo de la pala, todavía más tiempo atrás. Suspiró, entonces, aliviado. Quizás esa fue una de las partes más complicadas que tendría que atravesar.

Decidió despegar su espalda del colchón y sentarse al borde de la cama. Aquel sentimiento angustiante, como si fuera una ola, descendió por su cuerpo con el peso de un ancla. Optó que lo mejor para combatirlo sería una ducha, así que, por consiguiente, se levantó y caminó hacia el baño; una vez dentro, se despojaría de sus pocas prendas para introducirse debajo del chorro de agua.

Helado.

Sentía el agua correr por su frígido cuerpo...

Caliente.

Ni así podía apagar el fuego que tenía encendido por dentro...

Demoró más tiempo del que tenía planteado, entre un episodio breve de reflexión necesario. Corrió las cortinas hacia un lado, se envolvió con la toalla y se quedó mirando su reflejo en el espejo durante unos minutos más. Por sus cabellos rubios escurrían gotas de agua, que iban bajando por su torso, y así por su marcado abdomen.

Volvió a suspirar. Un día nuevo lo esperaba, y esperaba que esa sensación se fuera a lo largo de la mañana, porque no podría lidiar consigo mismo luego de haber dormido tan poco tiempo. Miró el reloj, las 7:44am, mantuvo en mente que tenía una reunión con Bucciaratti y su equipo, a las 9:30am. Encaminó hacia su pequeño cuarto, tomó sus prendas azules y se las puso rápido, sintiendo una prisa injustificable. Volvió al espejo, acomodó la diadema de rizos sobre su frente y desenredó la parte larga de su cabello que cae como una cascada dorada por bajo sus hombros. Una pequeña sonrisa se esbozó en su rostro de tan solo pensar en que con cada día que pasaba, se encontraba un poco más cerca de aquel sueño que arrastra desde hace tantos años. 

Luego de haber cerrado con llave, bajó por las escaleras y al salir al exterior, sintió el sol de Nápoles sobre su blanca piel. Ignorante de todo pesar, no reconocía a la angustia que iba caminando a su lado.

Así venían siendo las mañanas de Giorno Giovanna, luego de abandonar sus estudios. O al menos así habían sido, reiteradamente, desde hace pocos días luego de también perder su empleo de medio tiempo. 

Aun así, no era del todo malo. Al menos algo llenaba su cotidianidad, por el momento...

...

Fecha original de publicación: 27/11/2018

Corrección y edición: 24/03/2024

¡EDITANDO! Si me miras así... (JJBA) -GioMis-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora