18. The wheel of fortune of have you.

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Aún con esa mirada cansada, sus ojos siguen brillando con intensidad. Nunca deja de ser cautivante, la forma en que bate sus pestañas largas, pestañeándo con lentitud. El cómo sus pupilas se expanden cuando lo beso o le hago alguna caricia. Y la forma en que me observa como si fuera lo más importante que tiene en su vida.
No es más perfecto porque no puede serlo.

Al menos eso pensaba Mista mientras analizaba a Giorno en el camino hacia la última atracción que visitarían. Su contrario no parecía percatarse de que él no podía sacarle los ojos de encima, parecía que se había agotado bastante como para ver más perpicázmente ciertos detalles.

Al estar más cerca, si desviaron su mirada hacia la enorme y deslumbrante rueda en frente de ellos. Medía fácilmente lo mismo que la montaña rusa de color rojo, solo que al tener esa forma circular y las casetas de un tamaño considerable como para que entren 4 personas, era visiblemente más segura.

El sol estaba comenzando a esconderse, haciendo que el cielo se colorice de matices rojizos y anaranjados como si estuviese pintado con acuarela. Algunas nubes grisáceas hacían contraste en el celeste dando un toque encantador y de igual manera la luna se podía ver casi transparente al lado opuesto de la gran estrella.

Las familias numerosas se habían comenzado a ir hace rato haciendo que la cantidad de gritos de niños disminuyeran radicalmente. En el parque quedaban algunas pocas parejas incluyendo a los dos miembros de Passione que estaban organizándose en la entrada de la noria.

--Esta es la última y nos vamos a casa, de cualquier forma el parque cerrará en unos minutos.--dijo el azabache mientras tomaba la mano del peliclaro--

--Se ve hermosa desde aquí.--decía Giorno sin dejar de admirar la enorme atracción--

--Se va a ver más hermosa por dentro, vamos.

Tirando de su mano, fueron caminando hacia la caseta donde la empleada del lugar recibió sus tickets, ya bastante marcados con cruces por el uso del mismo a lo largo del día.

A simple vista, eran los únicos que habían optado por subir como último lugar a la rueda de la fortuna, por lo tanto sería la última vuelta que daría antes de que el parque cerrara sus puertas.

Con ayuda de la mujer que atendía el lugar, subieron a la pequeña cabina y se sentaron uno frente al otro pero sin cruzar miradas, ambos dedicaron su observar al hermoso atardecer que estaba aconteciendo, con la idea de que se iba a poner mejor cuando estuvieran en la cima.

No estaban hablando tan animadamente como antes, a decir verdad no decían ni una sola palabra; pero aún así la alegría era visible en sus rostros, no más que el agotamiento pero denotable al fin.

Giorno se había sentado bien atrás en el asiento, para que sus pies no lleguen al suelo y pueda moverlos en el aire, cosa que no podía hacer muy seguido debido a su altura. Esto, a los ojos de Mista, era tan infantil como tierno.

Los vaivenes que realizaban sus piernas, mientras su mirada se perdía entre los tonos rojizos del cielo, iluminada por estos mismos colores, hacían que se vea como un videoclip de alguna canción. Incluso una suave brisa de lluvia había comenzado a soplar haciendo que los cabellos dorados, del joven sentado frente al más moreno, danzaran en el aire. Todo el movimiento del día había desacomodado su extravagante peinado; seguramente si él mismo lo hubiera armado no se habría deshecho, pero dejar que Guido lo haga fue una de las mejores cosas que pudo hacer, y valía cada una de las hebras de cabello fuera de su lugar.

A diferencia de las demás atracciones, no tuvieron que esperar para que esta se pusiera en funcionamiento. El movimiento brusco de arranque fue prontamente seguido de un elevar lento y suave.

¡EDITANDO! Si me miras así... (JJBA) -GioMis-Où les histoires vivent. Découvrez maintenant