Entró lentamente, visiblemente sorprendida.
- Vaya... Esto es... - paseó su mirada por el lugar sin saber que decir, miró la enorme lámpara que colgaba en la entrada - sorprendente...
Kihyun suspiró y asintió.
- Me quedé igual de anonadado que tú y eso que antes había polvo por todos lados... - le sonrió a Mariana y ella seguía viendo todo el lugar.
Se detuvo a unos pocos pasos de Kihyun y miró la expresión que figuraba en el rostro de él.
- Después de todo Shownu si iba en serio ¿eh? - le sonrió a Kihyun y él asintió pensativo.
- Más en serio de lo que pensaba incluso... - suspiró le hizo una señal a Mariana para que lo siguiera - Ven... Hay algo que debes ver...
Ella comenzó a subir las escaleras detrás de él, con un poco de precaución e incredulidad, pues se trataba de Shownu, así que no le sorprendería si había un esqueleto humano en alguna habitación.
Pero cuando Kihyun abrió las enormes puertas de la habitación principal, ella se cubrió la boca con las manos, estaba muy sorprendida.
- ¡No me digas! - miró a Kihyun, con los ojos bien abiertos y dio un paso hacia adentro - no puede ser, es real... - se giró y miró a Kihyun - ¡Es real! ¡De verdad iba a hacerlo aquí! - Kihyun asintió con una sonrisa triste y suspiró.
- Me tomó un par de horas procesar todo... - volvió a suspirar y sonrió - por fortuna limpié la planta baja mientras lo hacía, así que no fue una pérdida de tiempo - miró a la mujer avanzando muy lentamente por la habitación, como si estuviera pisando terreno prohibido.
Entonces se dirigió directamente al armario y lo abrió.
- ¿Ya revisaste las demás habitaciones? Me da miedo que halla algo raro escondido por allí... - Kihyun se cruzó de brazos y rodó los ojos mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
- No seas ridícula... ¿Qué de estaño puede hab... - la mujer se puso las manos en la boca nuevamente sorprendida y él se asustó, avanzando rápidamente hasta ella - ¡¿Qué?!
Ella señaló el armario y él se acercó más para poder ver.
- ¿Tú la trajiste? - le señaló la ropa que estaba muy bien ordenada en el armario y él resopló molesto mientras la miraba - ¿Qué? Me sorprendió que hubiera ropa - sonrió inocente y él se apartó de ella aún molesto - Uh, se enojó el bebé llorón... Dijiste que era ridículo que pensara en que había algo extraño, pero te asustaste por la primera cosa que te señalé, eso hace que te contradigas... - le mostró la lengua y el se dio un facepalm.
- ¿Ya vamos a limpiar la casa? Te llamé para eso y no para que estuvieras actuando como una niña... - le sonrió y le desarregló el cabello cuando ella iba pasando por su lado.
- ¿Pero que dices? - le dio un pequeño golpe en el hombro para que dejara de molestarla - aún me falta ver el resto de las habitaciones... - salió caminando tranquilamente, como una niña en su sala de juegos y entonces él solo pudo hacerle una señal para que hiciera lo que quisiera.
Él se apoyó en las escaleras mientras la miraba ingresar a las habitaciones que ni siquiera él había ingresado antes.
- Kihyun... - dijo ella desde una de las habitaciones - ¿Ya hablaste con tu padre acerca de esto? - él suspiró y agachó la cabeza.
- Eh... Si, si es que se le puede llamar "hablar" - se rascó el cuello y ella asomó la cabeza desde una habitación.
- ¿Por qué? - salió totalmente de la habitación y se dirigió hacia él - ¿Qué pasó?
Él se encogió de hombros intentando no darle importancia, evitó el contacto visual con ella y comenzó a bajar las escaleras tranquilamente.
- Nada... Es solo que... - resopló - le dije que me quedaría aquí, le expliqué que era con Shownu y no obtuve ninguna respuesta... - se encogió de hombros una vez más y sonrió intentando encubrir lo mucho que le había dolido esa acción - él solo... Cortó la llamada.
Ella lo miró con tristeza y suspiró.
- Lo siento Kihyun... - lo abrazó suavemente - también lamento haberte gritado aquel día, no pensé en que también estabas herido, fui muy egoísta... Lo siento.
Él le acarició el cabello y negó con la cabeza.
- Perdóname tú a mí... - suspiró - no tenía idea de la magnitud de tu dolor, fui egoísta pensando en que solo yo estaba dolido y que por eso debía tener la razón - se separaron y él le sonrió triste.
- Entonces creo que estamos a mano ¿no? - él asintió sonriente - además... Ahora las cosas son diferentes, debemos centrarnos en... La... - su mirada se despegó de Kihyun para posarse detrás de él, sin embargo él no giró sino que esperó pacientemente a que ella terminara su frase - es decir... Tenemos mayores problemas ¡Ah! - el fuerte grito sobresaltó a Kihyun, quien giró rápidamente cuando ella le señaló algo detrás suyo.
- ¡¿Qué?! - su corazón golpeteaba con fuerza, pero todo lo que había era una ventana que daba al patio.
- ¡Por Dios, tú patio parece una selva! - ella se acercó a la ventana muy sorprendida y él volvió a sentirse molesto.
- ¡Joder! - se puso la mano en el pecho mientras intentaba calmar su respiración - ¿Y tú quieres matarme de un infarto o qué?
Ella se giró y lo miró muy rojo de molestia, entonces rompió el silencio con una ruidosa carcajada contagiosa al estilo que solo Mariana podía.
- Vaya... - soltó una risita - parece que tanto tiempo alejado de mí, hizo que te olvidaras que no puedo ocultar nada cuando me sorprende - él se cruzó de brazos y asintió molesto.
- Olvidé lo patética que eres... - ella ais tío entre risas.
- Y yo olvidé lo señorito que eras... ¿Estas con el periodo? Si quieres puedo conseguirte tampones con descuento en la farmacia - le dio un pequeño empujón y comenzó a caminar hacia afuera - vamos señorito, tenemos trabajo por hacer...
Él asintió sonriente y la acompañó hacia el patio trasero donde les esperaba una larga tarde de charlas sobre el rumbo de sus vidas, mientras Kihyun podaba el césped y Mariana se encargaba de limpiar el lugar de las flores.
Y entonces se sintió más que afortunado porque hay pocas amistades que perduran en la gloria y en la adversidad.
