3| MY ONLY LOST ||teen wolf. [ᴍᴏᴅ]

9. You're the right guy

60 votos y siguiente publicación

🌟

Jennifer Blake caminaba cautelosa. Desde lo que había pasado y visto tenía el presentimiento de que no se sentía segura y de que alguien la perseguía. Extraña sensación pero, algo le decía que era verdad. 

Miraba de vez en cuando para atrás. No quería meterse con nadie más que esté involucrado. Corrección: meterse en más problemas de los que ya tenía.

La Srta. Blake soltó un pequeño grito sobresaltada al ver a Samantha Pierce delante de ella con una alegría que se notaba que era falsa.

—Eres tú —comentó la mujer sin saber si sentirse aliviada o no.

—Sí... —Sam se acercó a ella obligándola a hacer un retroceso—. Sólo para que sepas. Sigo sin creer tu papel.

—¿Disculpa? —Jennifer titubeó.

—No sé por qué ni qué pero sé que oculta algo.

—¿De qué hablas? —Samantha no se creía para nada su falsa incomprensión.

—Todos tienen caretas, Srta Blake. Algunas esconden mucho más que otras. Pero en algún momento se caen y yo no voy a parar hasta sacarle la suya. —Ni bien Samantha vio cómo la profesora tragó saliva, sonrió. ¿Cómo no hacerlo? La mirada de la rubia a los ojos era como si te desvistiera por completo. Como si viera todos tus secretos a través de la vista—. No le tengo miedo así que no se acerque a mis amigos y mucho menos a Derek. Sé que el chico que la salvó está en su sala.

Jennifer frunció el ceño. Samantha ladeó la cabeza con cierta confusión también. No tenía idea de porqué predice cosas así, al azar.

—No pregunte cómo... porque tampoco lo sé pero trate de sonar sorprendida. ¿Cree que hacerle pasar vergüenza en clase fue mucho? ¿Qué me pasé? No sabe todo lo que puedo hacer —medio mintió—... Trate no olvidar que la verdadera amenaza aquí... soy yo.

—Entonces me imagino que no tendrá problema de estar en detención por agredir a una profesora.

Samantha sonrió.

—Claro que no, Srita. Blake. Después de todo es la autoridad... en la escuela, claro.

Jennifer esquivó a su alumna creyendo que había ganado y siguió el camino hacia su salón. Ni bien llegó, rápidamente cerró la puerta con la respiración un poco errática.

Volteó y allí estaba Derek. Simplemente parado.

No tuvo que fingir mucho. Ver un hombre de la nada siempre da susto.