Deseo.

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La tarde estaba fría, lo único que lo mantenía caliente era la tasa de café que sostenía con sus manos y la reciente llamada que había tenido con Matthew.

Frank Castle estaba consumido en sus pensamientos, las palmas de sus manos recorrieron su rostro hasta la cima, reposando en su cabellera de manera instantánea un par de veces.
Su mirada estaba perdida en la mesa blanca en la que reposaba su celular, como si de pronto las servilletas y la pintura del mueble fuera lo más entretenido del mundo. Sus manos estaban tan calientes como el resto de su cuerpo a pesar de las oleadas del frío de esa tarde.

-¿Vas a terminar tu café querido?- Pregunto la señora que le había servido la orden.-Esta haciendo un frío de los mil demonios tanto afuera como aquí adentro, así que si planeas terminarte el café puedo calentarlo un poco. Claro si quieres - Ella se había dado cuenta de que Frank llevaba más tiempo sentado haciendo prácticamente nada que bebiendo café como siempre por lo que dedujo que algo no andaba tan bien, al menos no después de la llamada que Castle atendió.

-No, así está bien- sonrió, lo último que quería era que alguien se diera cuenta de lo mucho que llevaba disimulando el bulto entre sus piernas.- Creo que no tendré tiempo de beberlo está vez. - río poniéndose de pie.

-¿Sucedió algo? Nunca dejas tu café a medias.- la señora se cruzó de brazos. - Acaso ¿Es alguna jovencita la que te tiene tan distraído ?- sonrió con picardía.

-Eso quisiera, pero lo dudo- Frank se colocó su chaqueta y tomó su celular para ver la hora. - Le aseguro que en cuanto resuelva un par de cosas vendré a terminar una buena tasa de café y entonces..- Eran las 5:30 pm. Justo comenzaba la hora libre que tenía Matt en la oficina. El sólo pensar en que volvería a ver al chico que lo ponía desde temprano le hacía sonreír y más si sabía que hoy sería el día en que Matthew sabría que Frank Castle no juega.

- ¿y entonces?- repitió la mesera.

-Entonces y sólo entonces, usted tendrá que hacer una cafetera entera sólo para mí -

-Frank...- La señora se colocó aún más cerca del hombre. - Dime que no vas a ir a contravivir a alguno de esos maliantes que te encuentras de por ahí - rogó aterrada. Castle era uno de los clientes que frecuentaba la cafetería diario, sólo y siempre a la misma hora, el hombre le recordaba tanto a su hijo que fue inevitable que no se encariñara con él.

-No se preocupe señora, no son ese tipo de asuntos. - Sin más dejó la propina y salió del local.

...

Las 5:30, su hora de descanso había iniciado. Los vientos helados de Noviembre se hacían presentes en su nariz colorada y sus mejillas ardían ante las elevadas temperaturas. La calefacción estaba colocada y aún así sentía los dedos de las manos y pies entumecidos.

-Foggy- llamó desde su oficina.
-¿La calefacción está encendida?-

-Claro que lo está. Bueno al menos hasta donde este control lo prueba, la calefacción está encendida- Ambos se abrazan a si mismos al sentir como el viento se cala por sus cuerpos una vez más.
- Esta mierda no sirve Matt. No sé como es que terminamos comprando esta basura-

-Quizá no funciona porque alguien dejó la ventana de su oficina abierta- interrumpió Karen aferrándose a su bufanda. - Foggy, estamos congelandónos por tu culpa ¿Acaso quieres matarnos de hipotermia?-Tanto Matt como Foggy se ven así mismos.

-No se preocupen, arreglaré esto en un santiamén-

-Creo que Foggy realmente quiere matarnos- bromea Matt.

Unos pasos se oyen cada vez más cerca, el oído de Matt sabe que las pisadas pertenecen a un calzado militar y de pronto su corazón se vuelca al oír como tocan a la puerta. Tres golpes son más que suficiente para que él sepa que el ex-marino está aquí.

- Oh, yo abro - grita Foggy saliendo de su oficina.

De pronto un hombre alto, intimidante se hace presente en el umbral de la puerta.

- Oh Dios, es él- Karen se arregla el cabello una vez más y le pregunta a Matthew
-¿Qué tal me veo?-

-Te ves bien-

Foggy y Frank entraron a la sala y Karen sale a saludar. El corazón de Matt está hecho un desastre, está palpitando frenéticamente.

-Hola Frank, que bueno verte. ¿Qué te trae por aquí ?- sonrió la rubia.
-¿Quieres un poco de café ? -

-No, así estoy bien- sonríe. -Vengo por otros asuntos.

-ya veo, bueno... entonces ¿En que podemos ayudarte?-

Frank sabe que Matt está esperando por el en su oficina, sabe que esta nervioso y eso le agrada.- Me encantaría hablar con Matthew-

-Oh, claro . Foggy ve por...-

-A solas si no es mucha molestia-
Castle abre la puerta y sonríe triunfante en cuanto Karen y Foggy saben a lo que se refiere. -Gracias-
Ambos salen de la sala sin preguntar, sin chiscar.









Suffer [Fratt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora