Suffer [Fratt]

Sinceridad.

Foggy sabe que quizá no debieron volver a la oficina más temprano de lo usual. Karen insistió en pasar más tiempo en aquel café bar, pero como el buen amigo que Nelson era y debía ser, regresaron a las siete.

La puerta ya no tenía seguro, así que Karen la abrió con cuidado, las luces estaban apagadas a excepción de la oficina de Matt.

— ¿Crees que aún siga aquí? — preguntó Foggy bajito, como si temiera que Frank pudiese escucharle, incluso aún sabiendo que era casi imposible que pasará.

—No lo sé. Las luces de la oficina de Matt siguen encendidas, probablemente él aún esté aquí.

— Uh.

A paso lento Foggy ingresó a su oficina y cerró la puerta. Se sentó en su silla de cuero y se dejó ir sin cuidado. Quizá no era de su incumbencia , quizá sólo estaba un poco celoso porque Matthew ha sido su mejor amigo y no quiere perderlo.

O quizá sólo no le agrada ese tal Frank Castle.

Desparramado en la silla escucha el tick tock del viejo reloj que su madre le envió como regalo para colgar en la pared de su nueva oficina. No había mucho que hacer así que podía dormir unos minutos antes de que Karen tocará su puerta para avisar que ya es hora de ir a casa.

Quizá y sólo quizá lo hubiera intentado, sólo si no hubiera escuchado risitas del otro lado de la pared.

Foggy había descubierto hace unas semanas atrás que detrás del mueble del teléfono había un agujero que conectaba a la oficina de Matt, no era un agujero muy grande, pero tampoco muy pequeño y como siempre, había olvidado decírselo a los demás y llamar a alguien para arreglar el orificio.

Justo ahora agradece que nunca lo cubrieron y que Matt no sabe de su existencia.

Se agacha con cuidado y  asoma su ojo derecho.

No puede ver nada más que la mesa de madera fina, así que se echa en el suelo y ahora tiene una visión más completa de la oficina.

— Así que aún estás aquí maldito.

Puede divisar las botas pesadas de Frank, así que eleva la mirada y lo ve...

Matt está sentado encima del escritorio, puede verlo con las piernas alrededor de la cintura del ex-marín.

Algo se revuelve en su interior, es una posición muy poco común entre amigos, incluso si ambos llevan ropa encima.

No puede escuchar lo que dicen, pero parece que Frank se ha puesto muy acaramelado con Matt, parece que le susurra cosas al oído y lo hace reir.

Quizá está siendo paranoico y las dos cervezas de la tarde le están provocando algún tipo de alucinación, quizá no fue cerveza y se confundió, quizá bebió algo que no debía.

Su cabeza es un caos, es un caos y quiere dejar de mirar porque sabe que no es correcto, que esta invadiendo la privacidad de su mejor amigo, pero no puede.

Simplemente no puede apartar la mirada, algo en su interior le exige  seguir mirando.

Frank ríe bajito, su voz ronca es algo que está acostumbrado a escuchar pero nunca, nunca antes escucharlo reír.

El marín ríe y se acerca peligrosamente al rostro de Matt, Foggy se queda sin palabras, se queda en algún tipo de shock.

Matt le planta un beso inocente y fugaz en los labios a Castle y ríe divertido.

— Matt, estas muerto. — susurra Foggy asustado.

Foggy sabe que Frank es impulsivo. ¿Qué hará ahora? Seguramente le plantará un golpe a Matt por haberle besado, peor aún, quizá lo maté.

Grande es su sorpresa cuando ve  entonces a Frank regresar el beso con pasión, le toma las manos y después se agarra firme de su cintura.

Matt no se aparta, no se queja, no lo detiene. Lo atrae gustoso a sus brazos, disfrutando del momento.

Quizá no debió espiarlos, quizá era mejor quedarse con la duda, porque ahora está sentado en el suelo tratando de asimilar la situación.

Tratando de salir del shock y aceptar que Matt está en los brazos de un hombre. Y ese hombre es la persona que menos hubiese querido, porque no es homofobico, sólo es reservado.

Pero ser reservado a veces puede tener excepciones y esas excepciones se aplican a Matt.

Fin.