Can you hear these dreams? (Calling out your name, can you hear them?)

- 𝒄𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒂𝒕𝒓𝒆 -

Harry no esperaba que el duque de Aumale apareciera tan temprano. Normalmente, le gustaba hacer a las personas esperar. Louis había dicho eso, ahora que su hermano menor tenía dieciocho años, actuaba como un mocoso, más de lo habitual.

Harry se dio la vuelta, preparado para saludarlo con una reverencia. Como sea, cuando sus ojos aterrizaron en el príncipe Louis, en su lugar, se encontró a sí mismo incapaz de moverse.

Louis sonrió, agachando un poco la cabeza. No era una actitud propia de él. Donde sea que Louis caminaba, lo hacía orgullosamente, con la barbilla alzada. Sus ojos nunca dejarían los tuyos cuando hablaran o simplemente te observara. (Harry recordó la primera vez que había estado en presencia de Louis... Se había sentido ligeramente intimidado). Pero Harry supuso que Louis tenía buenas razones para lucir así de cauteloso.

—Su Alteza —saludó Harry, demasiado formal. Hizo una genuflexión, sabiendo perfectamente que no había nadie más en la habitación aparte de ellos. Sabía que Louis odiaba que hiciera eso en privado.

—Señor Castagné —respondió Louis, su tono casi suave. Hizo que Harry mirara hacia arriba, enderezando su postura. Intentó parecer indiferente, pero sabía que Louis probablemente podía leerlo bastante bien. Harry odiaba eso.

—¿No deberíais estar con vuestra esposa? —inquirió, escuchando la frialdad en su voz. Era extraño, usar ese tono con Louis. Incluso cuando solían discutir, nunca era tan serio. Eran más altercados que peleas.

El príncipe Louis ni siquiera se sobresaltó, aunque su frente estaba arrugada y su mirada parecía atormentada.

—Ella está dando un paseo en el exterior –respondió con simpleza, su voz tan indiferente que enojó a Harry. No podía evitarlo. Louis tenía que casarse en la eventualidad, tenía veintiséis años, por amor a Dios, pero no significaba que lo aceptaba—. Henri...

Harry estaba tan acostumbrado a escuchar el "Señor Castagné" en público o "mi amor" en privado, que incluso su nombre cristiano hizo hervir su sangre.

—Vuestro hermano llegará pronto —interrumpió al príncipe, cosa que, sabía, era demasiado descortés. Se arremolinó en el lugar, pretendiendo reorganizar sus pinceles. El rey Louis Philippe I había solicitado el talento de Harry para el quinceavo cumpleaños de su quinto hijo. Harry tenía que pintar un retrato exquisito, aunque si tenía que ser honesto consigo mismo, ningún cuadro estaría por encima de aquel que había hecho de Louis.

—¿Vais a mirarme?

Harry inhaló profundamente y se volteó para encarar al príncipe una vez más. Sabía que estaba siendo un poco cruel. Louis no había tenido elección en el asunto. Había sido su deber. Harry lo había sabido desde el primer instante en que yacieron juntos en una cama. Louis también le había advertido. Aún así, la desolación era considerable.

Ahora que Harry observaba al hombre en frente suyo, podía ver en los ojos de Louis cuán atormentado estaba por eso. Louis dio un paso al frente pero aún así, estaba muy lejos. Harry quería alcanzarlo... tirar de sus manos y huir con él.

—Sois la única persona —susurró Louis en una confesión. Eran cuatro palabras, pero significaban todo lo que Louis no podía decir en voz alta. "Sois la única persona que amo, la única persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, la única persona que me conoce, la única persona por la que moriría".

—Como también lo sois para mí —masculló Harry de vuelta.

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