UN BELLO LICÁNTROPO.

249 26 0
                                    

Me acerco a Kagome un poco nerviosa, no sabía si resultaría – una nueva reunión. 

– la última vez que eso pasó muchos salieron heridos, niños y adultos murieron no sin antes ser torturados, muchas hectáreas de nuestros bosques fueron destruidos por el fuego, comprendo lo que te sucede, tratas de entender a tu padre que es un cazador pero no es lo correcto, ellos no nos aceptaran.

– sé lo que pasó pero también sé porque mi padre creó a los cazadores, Kagome ambos lados sufren, necesitamos parar esto y si no lo intentamos habrá más guerras y muchos heridos.

– ¿qué crees que haga tu padre cuando se entere de la relación que tienes con Sesshomaru, que te ha mordido, que lo amas? No creo que lo quiera discutir tomando una taza de té y sentados en una sala como la mayor naturalidad.

– no lo sé pero quiero intentarlo, hacerle entender a mi padre sus vidas y que ustedes entiendan las de nosotros.

– no lo sé Rin, tendrías que convencer a Inuyasha, luego a Sesshomaru y por último a Ino No Taisho, puede que él sea gentil pero siempre tiene en cuenta primero a los suyos.

– por eso necesito tu ayuda. – Kagome me mira atenta y yo solo hago un puchero que logra hacerla reír.

– está bien, trataré de hablar con Inuyasha. – pasamos el tiempo hablando de cómo podríamos convencerlos, de lo bueno que sería una paz entre esos bandos.

Camino por el bosque, Kagome tenía que ayudar en unas cosas y me dejó sola, le envió una mensaje a mi padre diciéndole que llegaré tarde porque "estudiaré" con una amiga para exámenes, mientras tecleo en mi celular noto como algo muy rápido pasa rasgando el árbol y dejando una huella... cuatro rasguños, es un licántropo.

Veo un camino de sangre al parecer está herido, corro alejándome más del refugio y observo un enorme licántropo tirado en el suelo, su pata delantera sangra en sobre manera, sin importarme me acerco y antes de poder tocarlo escucho un gruñido, sus ojos me observan con odio por alguna razón – no te haré nada, solo quiero curarte.

Acerco con cuidado mis manos a su pata y se queja un poco, es el ataque de una flecha, la quito con cuidado y limpio la herida con la nieve que se transforma en agua, no sabia que hacer, no tenía utensilios ni nada que pudiera ayudarme, bajo la mirada pensando hasta que escucho unos pasos, el licántropo gruñe a la defensiva.

Alzo mi cabeza y me relajo al ver que es la niña de hace unos momentos, me mira algo extraña y luego al licántropo con temor – ¿podrías traer un botiquín por favor? No nos hará nada. – la pequeña asiente y con rapidez desaparece, tras unos segundos vuelve con lo que le he pedido.

Desinfecto y luego vendo la herida del licántropo que ya no está tenso, solo me observa tranquilo y con cuidado acerca su grande hocico a mi rostro olfateándolo, la niña se acerca y permanece tras de mí temerosa, noto en sus ojos los deseos que tiene de acariciarlo – hazlo. – le digo con una sonrisa.

Ella con cautela acerca su mano y el licántropo baja su cabeza dándole su permiso, al sentir su suave y abundante pelaje una linda risa sale de su boca, era un momento que no podía olvidar, sonrío por la ternura que se demostraba pero todo es interrumpido al sentir como una flecha roza mi hombro y se clava en un árbol.

– cazadores. – dice la niña muy asustada, su pequeño cuerpo comienza a temblar, el licántropo rápidamente se pone de pie y con un rápido movimiento hace que la pequeña se suba en su espalda. – llévatela al refugio ¡vete! – digo con el corazón latiendo a mil.

El licántropo me hace señas para que suba también pero con su pata recién vendada lo lastimaría, niego con la cabeza pero sin obedecerme con su hocico me empuja hasta quedar al lado de la pequeña que tomo en mis brazos, corre muy rápido y se queja pero no se detiene, las flechas nos rozan por escasos centímetros, con mi bufanda tapo mi rostro y de la nada dejan de perseguirnos.

No entiendo por qué pero prefiero seguir, después de unos minutos llegamos al refugio pero siento como unos vampiros me toman con brusquedad junto a la pequeña, mis ojos se dirigen al licántropo que se encuentra en el suelo, noto como Sesshomaru aparece y sus ojos se vuelven rojos, sus uñas crecen y planea lastimarlo en el cuello.

Algo en mi cuerpo se enciende, con mucha fuerza me libero de los vampiros y me interpongo entre su mano y el cuello del licántropo, Sesshomaru abre sus ojos de la impresión y da un gran salto hacía atrás para evitar lastimarme, todos me observan confundidos y Kagome sale angustiada, sus ojos me pregunta ¿qué estoy haciendo?

El licántropo al darse cuenta de la situación se levanta e inclina un poco su cabeza hacía mi como agradecimiento y sin más corre lo más rápido que puede huyendo, Sesshomaru me observa enojado y entra a la mansión indicándome que lo siga, suspiro y con la cabeza baja lo obedezco, nunca me había mirado así pero comprendo sus razones.

Al entrar a un despacho Sesshomaru cierra la puerta de un solo tirón que logra estremecerme, de verdad está muy enojado – ¡¿me quieres explicar lo que sucedió hace unos momentos?! – dice levantando la voz y acercándose a mí.

Antes de que pueda hablar me interrumpe – pude haberte lastimado, era un maldito licántropo en nuestro territorio ¿qué no entiendes las cosas después de tanto? Te he explicado todo, que ya no tenemos un tratado, pudo matar a alguien ¿qué mierda pensabas?

– Sesshomaru....

OBSESIÓNWhere stories live. Discover now