Montaña rusa

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   Les puedo asegurar que nada, nada en este momento es más grande que esta montaña. Y no sé cómo asegurarlo, porque no estoy segura ni de mi, ni de ti, ni de él, ni de ella, ni de nadie.
   Pero, por alguna razón, de esto si lo estoy.
   Esta montaña rusa de emociones es más grande que cualquier otra cosa.
   Se cruzan los amores, los amigos, las penas, las alegrías y todo es euforia.
   Crecer o no, vivir para cambiar. Enfrentar desafíos, engaños, problemas; para dejar de respirar.
   Mas a su vez, enfrentar momentos que vivirán en el recuerdo.  Enfrentar mariposas en el estómago. Enfrentar veranos inigualables. Enfrentar lo bonito de la vida; para un día cerrar los ojos.
   Todo esto crea una realidad difusa e inexplicable; que ni yo, ni tu, ni el , ni ella ni, ni nadie puede entender.
   Porque todos estamos, estuvimos o estaremos pasando por esta montaña rusa de emociones llamada adolescencia.

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