Capítulo 38

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A la semana siguiente Natalia ya estaba cansada de que las de primera la siguieran, se querían asegurar se tenía bien el brazo, pero ya era viernes así que podría descansar. La pelinegra no comprendía su interés, pero ya estaba cansada de las sonrisas tontas que le daban, más aún cuando algunos chicos de segundo le preguntaron como fue huir de Joan, ella recordaba aún como gritaba su nombre.

Había dejado a sus amigas en clase de informática y estaba frente a su taquilla sacando unos libros, secretamente esperaba encontrarse con Alba, no la veía desde el almuerzo cuando la rubia le había sonreído toda la hora, aún se sentía en las nubes. Intentaba hacer toda esa ardua labor sin chocar su yeso con el metal, cuando cerró la puerta se encontró a una chica de cabello tintado de azul que había visto antes, pertenecía al grupo popular, pero de las de primero. Le sonreía coquetamente mientras vestía el uniforme de deporte, Natalia sonrió por educación.

-Hola... Mmm.

-Valeria, es un placer ¿Natalia Lacunza?- preguntó dándole un beso en la mejilla y observándola con interés.

-Sí, esa soy yo- dijo sin comprender y torció el cuello, juntando las cejas-. ¿Me buscabas?

Valeria rió tímidamente y la miró pestañeando.

-Eres más adorable de lo que me habían comentado- confesó y Natalia abrió los ojos.

-¿Te... te han hablado de mi?- preguntó aún sin creérselo, ¿Como pasó de ser una chica invisible a ser conocida por toda la escuela?. (Porque estas buena)

-Claro, este año has sido el centro de atención en los problemas, aunque tienes antecedentes del año pasado con la guerra de comida (Que buenos tiempos, cuando creía que odiaba a Alba)- dijo riendo nuevamente, sus ojos azules también brillaron con coquetería-. También cuando sucedió lo del capitán del equipo, dijeron que echaste una buena carrera.

-Ah, Joan no podría haberme alcanzado si no fuera porque me distraje- dijo en broma mientra guiñaba.

-Sí, todos hablan de eso ¿Cuando te quitaran el yeso?- preguntó acariciando extrañamente el brazo bueno de Natalia, la pelinegra se sintió un poco incómoda.

-Bueno... dentro de otras dos semanas- arrugó la nariz al reconocer un perfume muy conocido para ella-. Oye... tu de casualidad conoces...- no terminó de hablar ya que la peliazul estaba muy cerca de ella.

-¿Si...?- peguntó fingiendo inocencia y tomando la mano de la pelinegra, Natalia quería concentrarse, pero el perfume de Alba la confundía.

-Eh... bueno... conoces a...- dejó de hablar cuando escuchó un carraspeó a su espalda, casi de inmediato Valeria se apartó de Natalia con los ojos abiertos.

-Alba- la peliazul dijo su nombre como si se tratase de un profesora, Natalia volteó a verla y ahí estaba la chica de la cual estaba enamorada.

Alba vestía su uniforme de animadora, solo que llevaba el cabello suelto y cruzaba los brazos, sus ojos miel parecían cuchillas sobre la pequeña niña peliazul. (Esa es mi Alba, marcando territorio)

Natalia no pensó, quería borrar esa expresión de enojo del rostro de Alba, pero al verla no pudo evitar formar una sonrisa de amor hacia la chica.

-Reche- dijo con una voz suave logrando captar la atención de Alba, que hace solo unos segundos estaba mirando a la niña que temblaba de pies a cabeza.

Alba relajó su rostro, pero siguió con el fuego en sus ojos, observó a Natalia con una actitud irritada.

-Con que hablando con las de primero ¿Uh?- preguntó en un tono amargo, Natalia asintió con la cabeza, pero torció el cuello.

-Sí, estaba hablando con Valeria- dijo mirando a la chica tras ella y le sonrió, la de primero fue tan descarada que le devolvió la sonrisa, aunque esta se borró al ver el rostro de Alba.

-Yo... bueno, quería decirte que África te busca, quiere verte en las duchas, ella es amiga de mi hermana y me pidió el favor- dijo evitando ver los ojos furiosos de Alba mientras observaba a Natalia-.  Solo quería decirte eso, nada más- dijo lo último mirando a Alba antes de despedirse e irse por el pasillo.

-¿Qué le habrá pasado? ¿Parecía asustada?- comentó Natalia confundida por la actitud de la chica, luego pareció recordar las palabras de la chica-. ¿Para que querría verme África? ¿Porque no te lo pidió a ti?

-Yo que se, estaba ocupada- dijo rodando los ojos, aunque volvió su atención a Natalia-. ¿No decías que no te gustaban las bajitas?- preguntó en un tono cortante.

Natalia frunció el ceño, intentando captar la insinuación, la chica había sido amable, pero ella prefería a las chica como Alba.

-No todas son malas- dijo pensativa y luego sonrió-. Tu hermana es encantadora.

-¡Ja! Claro, supongo- dijo la rubia, y actuando con la actitud de diva que tanto caracterizaba a Mari.

-¿Estas enojada?- preguntó divertida, Alba rió más fuerte y negó.

-Ya quisieras.

-¿Como te va con tu novio?- preguntó la pelinegra un poco disgustada ya que ayer los había visto juntos, no se habían besado, pero no estaba segura de que duraría así para siempre.

-¿Joan? Él esta perfecto, estamos de maravilla (Mientes fatal, amiga)- mintió descaradamente y luego alzó la barbilla mientras mostraba una sonrisa hipócrita-. Besa mucho mejor que tu.

Natalia se tensó, pero sonrió con diversión.

-No parecía opinar eso la última vez- dijo logrando que Alba pestañease, pero, pronto para su gusto, recuperó la arrogancia que la caracterizaba.

-¿Ese beso tonto? Pues solo lo hice para saber como era besar a una chica, nada más y fue patético...- comenzó a callarse cuando Natalia se acercó con los ojos ardiendo, le sujetó la cintura con su mano sana y la apoyó contra las taquillas.

Al parecer era su posición favorita. Alba colocó las manos en su estomago, pero son intentar apartarla.

-¿Ah si?- dijo la pelinegra con un tono venenoso en sus palabras-. ¿No te gustó?

-No me movió ni un pelo- afirmó sintiendo la respiración de Natalia quemarle los labios-. Para nada, creo que incluso deberías de volver a besarme para demostrarte que no es así.

Natalia entrecerró los ojos, pensándoselo, la miró con intensidad y Alba se sonrojó.

Acercó su nariz y con su nariz acarició la de la rubia, también rozándola por la mandíbula y sus mejillas. Le dejaba un rastro de besos calientes por el rostro y luego fue hasta su oreja y la mordió con suavidad, logrando un gemido ahogado de Alba.

-Natalia...- dijo con la voz cargada de emoción y la pelinegra rió sobre su piel.

No la besó, siguió dándole pequeñas caricias en su rostro para luego juntar sus caras y apoyar su frente contra la suya, con sus labios prácticamente rozándose. Sus ojos estaban en los de Alba. Se moría por besarla, pero prefirió sonreír cuando la rubia cerró los ojos, esperando el beso, y se separó de ella.

-Pues dile a tu novio que te bese, ya que él si que logra moverte ¿Verdad?- dijo burlonamente al ver como Alba seguía apoyada en la taquilla, con los ojos cerrados.

Alba abrió los ojos y observó a Natalia, antes de que su rostro se tornara rojo y mirara a la chica con furia, apretaba los puños y Natalia comenzó a reír.

-¡LACUNZA!- gritó enojada dispuesta a darle un puñetazo en la nariz y antes de que pudiera, Natalia salió corriendo mientras su carcajadas se escuchaban por todo el pasillo.



Bueno, para aquellos que pensaban que hoy no habría capítulo: JAAAAAAAAA GIRO INESPERADO BITCHES.

Rivalidad - AlbaliaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt