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Creo que es hora de
no pensar tanto en mi,
así que, ¿Por qué no le
dices a tu amiga Momo
que se fije quién la mira
en los recesos? ;D

Atte. Cupido




Nayeon terminó de leer la nota y fue con Momo; le contaría de lo escrito en aquel pedazo de papel, tal vez así se entere de quién es la chica que las manda.

Al decirle a Momo ésta comenzó a reírse ¿En serio Nayeon se creía todo?

-¡Hey! No te rías, ¡Es la verdad!

-Si, lo que tú digas Nayeon -dijo entre risas, aún no sopesaba lo que Nayeon había dicho.
Notó la cara de molestia en su amiga y aceptó hacerlo.


Tal vez no estaba bromeando del todo.



La hora del almuerzo llegó. Momo estaba dispuesta a saber de quién se trataba, así que no prestaba atención en lo que Dahyun le decía por buscar quién entre todas las personas la miraba.

Pasó al menos unos diez minutos buscando hasta que sintió una mirada sobre ella y volteó rápidamente encontrándose con la pequeña Sana, quien inmediatamente desvió la mirada.


¡Bingo! Tiene que ser ella.

 
Dahyun paró de hablar en cuanto se percató de la falta de atención por parte de la japonesa. Momo pidió disculpas y le dijo que la vería en un rato mientras se levantaba dispuesta a ir hacia Sana ya que se encontraba sola.
Se sentó junto a ella sin decir nada, solo miraba al frente.

Sana estaba totalmente en shock, Momo, SU Momo se había dado cuenta que la miraba y ahora estaba al lado de ella, con su hombro pegado al de Sana. Esto debía ser un sueño.

-Mirándome a escondidas Minatozaki -Momo rompió el silencio y Sana se sonrojó al escuchar esas palabras. La voz que tanto ama diciendo su nombre.

-Sabes... No me molesta que me mires, sino que lo hagas y no me hables -Momo al fin volteó a ver a Sana y ella estaba totalmente sonrojada mirando al suelo.
Admitía que se veía tierna cuando se sonrojaba. Y la cara que Sana tenía ahora reflejaba a un hermoso Shiba asustado con las mejillas infladas. Momo no resistió más y las tocó con su dedo índice- ¿No vas a decir nada Shiba?



[•••]



Cuando Jeongyeon regresó con su amiga la vió muy contenta y sonriente.
Sana era así siempre pero esta vez más que otras.
Pensó que tal vez la nota que mandó a Nayeon había funcionado y decidió preguntar.

-¿Por qué estás tan sonriente Sanake? -preguntó tomando el brazo de la más pequeña.

-No lo vas a creer -una pequeña risa salió de sus labios- ¡Hablé con Momo! -dijo, y después empezó a dar pequeños saltos de emoción.

-¡Wow! ¡Sabía que algún día lo harías! -dijo la mayor con notable emoción.

-En realidad... Fue ella la que se acercó.

-¡¿Qué?! ¡Cuéntame todo ahora! 

Sana asintió y comenzó a contarle todo con lujo de detalle a su amiga la cual se encontraba feliz por la menor.

Tal vez, solo tal vez, logre recuperar a Nayeon. Hace dos años fue una idiota, y se arrepentía por eso.

Notes | 2yeonWhere stories live. Discover now