• Capítulo 4 •

5.8K 584 49
                                    

4:

"Pero te acercas a mi esposo y te juro, Elizabeth, que te mataré de la forma más cruel..."

El crispar de fuego era lo único que podía oírse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El crispar de fuego era lo único que podía oírse. Los cuatro integrantes de la casa se encontraban comiendo, mientras que Elizabeth, si bien también estaba en la mesa, no había probado bocado. Se encontraba en silencio, con su mirada gacha e inmóvil.
Cuándo Lagertha la sacó del granero, trato de curar las heridas del rostro de la joven, pero ésta se rehusaba a cualquier tipo de acercamiento. Elizabeth tenía no sólo un labio cortado, sino un ojo totalmente hinchado, y su nariz y mejilla gravemente lastimada. Su cuerpo ocultaba algún que otro moretón, ya que su piel tan pálida contrastaba con el color violáceo de los golpes de su cuerpo.
Ragnar miraba con cierta lástima el rostro cabizbajo de la joven. Le había dolido que su hermano sea capaz de pasar por encima de su pedido, cuando él mismo había sido quien le había exigido que no se acerque a la joven. Gyda, quien se encontraba al lado de Elizabeth, la miraba desentendida, preguntándose una y otra vez porque su tío había sido capaz de lastimar a Elizabeth así.

— ¿Porque tío Rollo lastimó a Elizabeth? — preguntó en la mesa, ya sin aguantar sus dudas.

— Gyda— intentó callar su madre.

La niña bajo la vista, pero volvió a elevarla para mirar nuevamente a la esclava.

— Elizabeth come — ordenó Ragnar.

La joven levantó apenas su rostro, aún sin mirar a nadie e intentó hablar — Yo...— su voz sonaba entrecortada, como si aún estuviera llorando —...prefiero dormir.

Ragnar cerró sus ojos con pesadez. Su esposa, asintió levemente dejando que la joven se levanté y se dirija a su cama.

— ¿Cómo la pudiste dejar sola con tu tío? — le preguntó el padre de la familia a Bjorn, quien comía con lentitud, como si su mente estuviera en otro lado.

— Él me dijo que aprendería cuando sea hombre...—

— ¿Entonces tú quieres golpear y violar mujeres como tú tío? — preguntó Ragnar en forma veloz — ¿Acaso tu madre no te enseñó que debes respetarlas?

— Ella no es una escudera como madre. Es una esclava.

Ragnar rió con cinismo y se levantó de la mesa dando un golpe. Lagertha lo siguió con la vista, notando hacia donde estaba yendo su esposo.

Si bien Elizabeth había pedido ir a dormir, la joven había elegido orar primero, pero sus intentos eran inútiles, ya que sus lágrimas y sollozos no le permitían hablar.
Ragnar se encontraba en un rincón justo detrás de ella, dudando si debía hablarle.
No habían entablado conversación desde su llegada y ésta sería la primera vez que hablarían. "<Bonita ocasión>" pensó Ragnar.

— ¿Qué necesitas?

La voz de Elizabeth lo saca de sus pensamientos. Se había hundido tanto en ellos, que no se dió cuenta de que la joven ya se había percatado de su presencia. Respiró profundo y se acercó cautelosamente hacia su esclava, la cual se corrió de su lugar, alejándose de él.

Más allá del destino • [ Vikings] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora