Fin del juego

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Pudo ver que Cheng daba unos sorbos algo confundido al brebaje que había llevado. La charla no era buena, pero debía aceptarlo. Además podía ver las bolsas debajo de los ojos de su ahora amigo, ya lo había notado antes y sentía que debía ayudarlo.... Hacerle saber que no estaría solo. Cuando el joven apoyó su cabeza en la mesa a modo de descanso, lo observó.

-No estas solo...- le comentó mientras se acercaba, tomó en un inicio un mechón de su cabello simplemente porque le parecía sedoso, pudo ver la expresión del otro confundida así que decidió simplemente apoyarlo en el hombro- No esta solo, Wanyin- y se atrevería a usar su nombre de cortesía.- Confíe en nosotros, traeremos paz.

Y quizás era el cansancio, quizás que realmente había entendido sus palabras pero lo vio dormirse sin protestar. Observandolo así, era alguien con buena presencia y digno de ver. Sus manos se movieron solas acomodando unas hebras de cabello. Como que... de a momentos entendía el impulso que algunos tenían... Deslizo un dedo por los labios y decidió arriesgarse... Con suavidad depositó un beso en los labios del que estaba dormido, obteniendo una queja muda... Por ahora, era suficiente. Tomó una ropa y se la colocó en los hombros... Era mejor dejarlo descansar, ya habría tiempo para más.

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Años después.

La última vez que se habían encontrado, había sido para discutir sobre lo sucedido con Wangji. Recordaba que en ese momento el joven Lider realmente estaba molesto por las actitudes de su hermano, y hasta él se había sorprendido. Guardó el sobre en su ropa mientras caminaba, quizás llegarían más rápido usando sus espadas pero... Ciertamente tenía que verlo. Quería saber como estaba, y disculparse... otra vez por su hermano. Cuando llegó al lugar de encuentro pudo ver que su compañero ya estaba.... y tuvo que evitar sonreír más cuando vio que estaba bebiendo.

-Joven Cheng, ¿no es muy temprano para beber? -no era la primera vez que lo veía beber pero... aún así sentía que quizás... no debería dejarse ver así.

-Tsk... Cállate, no vine para que me estés dando un sermón.

Quizás para los oídos del resto parecía maleducado pero... XiChen ya estaba acostumbrado. Era su forma de tratarse mutuamente. Pidió algo de té que no tardó en llegar. Ya los conocían, era un lugar que siempre solían acudir para reunirse.

-¿En serio ninguno de ustedes bebe?- siempre le quedaba la duda de cómo se vería borracho....

-Le agradezco pero no. No soporto bien el alcohol...- y prefería no causar ninguna escena bajo su influencia.- ¿Cómo está Jing Ling? Supe por lan sizhui lo que sucedió durante una cacería....

-Es un idiota, pero esta bien. Mira que perder ante tu secta.... Tsk... Necesito romperle las piernas.- y dejó el vaso de vino sobre la mesa algo molesto

XiChen no pudo evitar reírse levemente ante eso. Sabía que no lo decía en serio, ya lo había escuchado muchas veces y nunca lo hacía. Cheng por su parte lo miro de reojo... Esos encuentros.. a veces no sabía que pensar de ellos. Se encontraban, hablaban y hasta veía ciertas actitudes que no sabía interpretar.

-Me alegra que estén todos bien y a salvo.- admitió- Especialmente es bueno verlo en buena salud. ¿Qué le parece si caminamos para que se le baje el alcohol? -y podía notar que había estado bebiendo de hace rato, seguramente ya estaba por hacer efecto...

-¿Qué acaso eres mi madre?- gruñó tomando de nuevo el vaso para tomar lo último que quedaba, pero luego se levantó.

XiChen volvió a dejar escapar una pequeña risa. Quizás se quejaba, pero sabía que eventualmente le haría caso. También se levantó para acompañarlo, en verdad era gracioso. Habían comenzado como aliados en contra de la secta Wen, lo había ayudado a reconstruir su clan, y a pesar de todo el asunto del Patriarca Yiling la relación entre ambos no había disminuido. Quizás tuvieron contratiempos pero no tanto.

PensamientosWhere stories live. Discover now