Nuestro inicio [Romione]

3. El primer año

-Ron.

Él abrió los ojos. Hermione lo miraba, con preocupación. Parado junto a ella, estaba el entrenador, que parecía tener miedo de algo.

-¿Hermione?

-¡Ron! ¡Gracias a Merlín que estás bien! ¡Estaba tan preocupada!

Ella lo abrazó. Ron frunció el ceño. Recordaba haberse adentrado en el bosque y eso era todo. ¿Qué había pasado?

Se hallaban en la habitación que él y Harry compartían. Ron estaba echado en su litera, y Hermione estaba sentada a su lado sosteniendo su mano.

-No te preocupes, vas a estar bien.

Ron frunció el ceño.

-Estoy bien...

Trató de incorporarse, pero Hermione se lo impidió con suavidad y le acarició una mejilla.

-No digas nada, tienes que descansar.

Él notó algo frío en su mano cálida. Un anillo plateado. Al bajar la vista hacia la suya, él tenía uno idéntico. Estaba bastante seguro de que nunca se había casado con ella, así que eso contribuyó a su confusión.

-¿Le importaría?-Preguntó Hermione mirando con el ceño fruncido al entrenador.

Él se apresuró a asentir.

-Desde luego. Tómese el tiempo que necesite, señora Weasley.

Hermione le lanzó una mirada asesina al entrenador, que se marchó cerrando la puerta detrás de él. Enseguida miró a Ron y le acarició la frente, seria.

-¿Qué está pasando?-Preguntó Ron.-¿Por qué el entrenador te dijo "señora Weasley"?

Ella miró a su alrededor, controlando que estuvieran solos.

-Sólo tu esposa o hijos pueden visitarte aquí, así que tuve que hacerme pasar por ella.

-No entiendo nada. ¿Qué pasa?

Ella suspiró y se tomó unos segundos antes de responderle.

-Hoy por la mañana, Harry me escribió diciendo que había una urgencia contigo. Vine sin pensarlo dos veces. La profesora McGonagall, que ahora es la directora, me autorizó, y hasta me dijo que tenía que fingir ser tu esposa. Recién al llegar Harry me explicó que hace dos días que no te encuentran.

-¿Dos días?

-Sí... Al parecer, te perdiste entrenando por la mañana. Según Harry, nadie se molestó en buscarte porque todos creían que te habías escapado. Él sabía que no serías tan tonto y comenzó tu búsqueda, pero no te encontró. El bosque está muy bien encantado, dos alumnos no pueden hallarse mutuamente. Sin embargo, como yo no estoy entrenando, te encontré. La magia que usé para conjurar los anillos me llevó hasta donde estabas.-Su tono dejó de ser suave y cauteloso y se volvió enfadado.-Leí sobre esto y no pueden hacerlo con los alumnos nuevos. Solamente un mago experimentado puede sobrevivir en ayunas por la mañana, corriendo por dos horas y luchando contra monstruos, y...

Ron se sintió tan aliviado de oírla en su papel de sabelotodo otra vez que la besó tomando su nuca.

Hermione suspiró y le correspondió.

-Ron...

-Mmm...

-Escucha, Ron. Tengo que regresar a Hogwarts mañana por la mañana. No puedo quedarme más. Y quiero irme sabiendo que estarás bien.

Ella acarició sus mejillas.

Ron la acercó a sus labios y la besó.

-Estaré bien, Herms.-Aseguró con calma.