Hiccup Es Mi... ¿¡Novia!?

CAP. 2O

(...) "Me gusta Hiccup Haddock" (...)

Esas inofensivas y románticas palabras era lo único que Astrid tenía en su mente por más de dos días. Esa peligrosa imagen de Jack confesando sus sentimientos hacia el nuevo chico del instituto. Podía fingir desinterés, pero Elsa estaba a su lado, y sabía perfectamente lo que estaba sintiendo en ese momento, y no era el temor de que aquel chico peliblanco estuvieran enamorado de él. Era ese miedo de amar a la persona inapropiada, con gustos distintos... Preferencias diferentes

En un principio quiso creer que solo eran simples rumores, que en su momento lograría tener el valor de preguntarle a Hiccup donde él mismo aclararía cualquier malentendido. Pero mientras el tiempo transcurría, terminaba convenciéndose de hechos irreales, espejismos que la gente crea con un único objetivo, atención

Fue por ello que no tomó la decisión de discutir, cada vez que se cruzaba con esa amenazante mirada se repetía que no debía porque crear confusiones, su prioridad ahora era que Hiccup obtuviera la custodia de su pequeño hermano. No necesitaba de espectáculos absurdos donde las posibilidades de ganar eran escasas, prefería mirar a distancia y no crear problemas torpemente

Hiccup la necesitaba más que nunca, no le importó de que manera, estaba dispuesta a estar como una amiga, su más fiel confidente, la persona que lo amará a pesar de todo. No deseaba colocarle más incógnitas, sabía que su vida era difícil de llevar y estaría dispuesta a librarle cualquier peso

Es por eso que no le sirvió los consejos de Elsa, o los innumerables abrazos de felicitación de su prima Mérida. Ella solo buscaba un solo fin

Hacer a Hiccup feliz...

Tras papeles y libros, Astrid intentaba ayudar a su tío Fergus en la organización de sus jugadas defensivas para la audiencia de mañana, por lo que sabía solo faltaba menos de una semana para la decisión final. Durante todos esos días de voluntad y trabajo duro, Hiccup ha estado atento a sus deberes escolares de la misma manera en cada una de las audiencias 

La joven estuvo gran parte de la noche despierta hasta que la llegada de su madre logra detener sus actividades

— Madre — Llamaba a la pobre mujer ebria — Mi tía Eleonor me dijo estabas en tu habitación durmiendo

— Astrid cariño, debías estar dormida ahora — Contestó nerviosa, queriendo ocultar hechos que sin ninguna dificultad la chica logró entender al instante

— Estabas bebiendo, ¿no es así? — Por más que lo deseara, esto no era otra mentira. Su madre había estado afuera de las calles a sus espaldas, y a pesar de que no debía de sorprenderle, dolía tanto como la primera vez. Incluso llegó a preguntarse si en algún momento su vida tuvo momentos llenos de paz y tranquilidad, porque al día de hoy no se le ocurría ninguno