CAP. 22

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Hiccup tenía muchos miedos, como cualquier ser humano en este mundo. Pero entre todos ellos, había uno. Solo un miedo que deseaba evitar a toda costa, hasta la fecha lo había hecho bastante bien, pero desde que apareció Astrid esa ansiedad de volver ese temor realidad lo volvía loco, esa chica no estaba dentro de sus planes, pero la atracción era tan fuerte que tomó ese horrible miedo como una fortaleza

Enamorarse, era su más grande miedo 

Había visto varias películas románticas donde la pareja es feliz por siempre después de pasar por problemas donde discutían sin tener un fin, pero Hiccup sabía que esto era distinto. No era una típica historia de amor, no quería esa patética historia donde todo ya esta destinado. Si estaba decidido a tomar las riendas y empezar una relación con ella, debía ser realista. Muchos se opondrían, sí. Muchos los criticarían, sí. Era por ello que fue su más grande miedo enamorarse, porque un chico como él no tendría una vida amorosa normal

Fue lo que pensó día y noche durante varios años, ese sentimiento de ser rechazado por todo el mundo, por sus propios padres. No tendrás a todos contentos, su tío Bocón tenía razón, incluso si jamás hubiera tenido gustos distintos, tendría a más de dos personas inconformes. El mundo es muy cruel, la realidad es muy cruel

Hubiera deseado tener padres compresivos como otros chicos, tener amor familiar, cálido y puro. Todo estuvo bastante claro para él durante todo el tiempo que estuvo viviendo con sus padres. Cada mentira, regaño, rechazo, eran solo pistas donde le mostraban que nunca sería aceptado

(...)

Hiccup, cariño. ¿Quieres ayudar a mamá con los platos? — Aquel pequeño - antes castaño - tomaba los elegantes platos de cristal sobre el cajón de la cocina, entregándoselos con cuidado de no tropezar y romperlosGracias hijo, será mejor que cambies tu ropa, tus tías no tardarán en llegar

Hiccup asentía subiendo las escaleras con saltos de alegría, las hermanas de su madre siempre llegaban con enormes obsequios para él, le agradaban los coches de carreras o las pistolas de juguete, pero había un regalo en especial que le entregaban cada vez que sus tías lo visitaban 

La hija más joven de la familia Abadejo, ella solía escuchar al pequeño Hiccup cada vez que terminaban la cena, incluso tenían pequeños secretos guardados y es por ello que entre todas sus tías, ella era su favorita. Ya que recibía tazas de y hermosos vestidos como regalo, siempre a escondidas de su madre 

Hiccup Es Mi... ¿¡Novia!?Место, где живут истории. Откройте их для себя