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Toqué la pierna de Namjoon suavemente —Sácame a bailar— casi rogué perdiéndome a mí mismo. Actuando como alguien que no era.
—Yo soy un asco bailando ve tu Seokjin— miró al mayor de todos.
El mayor me miró y negó —Yo también tengo dos pies izquierdos.
Hice un puchero porque él único que sabía bailar de nosotros era Jungkook y se acababa de ir con una chica.
—Oye— sentí un toque en mi hombro y tuve que voltear para ver quién era —¿quieres bailar bonito? — era un chico de mi edad, yo miré a mis amigas y alzaron sus pulgares en aprobación, asentí, el joven tomó mi mano y me hizo caminar detrás de él hasta la pista de baile.
Se detuvo y fue su turno para colocarse detrás de mí y moverse al ritmo de la música. Yo también me moví, pegando más mis caderas con las suyas, yo no era malo bailando, aunque no me gustaba hacerlo en público porque me cohibía fácilmente.
Sin entender mi actitud busque a Taehyung con la mirada, él seguía bailando con la mujer ignorando a todo el mundo.
Solté un largo suspiro intentando que mientras bailaba con el muchacho llegáramos hasta Taehyung.
Quería que me viera.
El chico se aferró a mis caderas restregándose contra mí y haciendo que me sintiera muy incómodo, hablo en mi oído susurrando algo, no le entendí hasta que me dio una bebida.
Negué, pero insistió y tuve que volver a negar.
Pero volvió a insistir tomando mi barbilla con fuerza e intentado que la bebiera, lo empuje ligeramente.
Pero me atrajo con fuerza de nuevo —tranquilo sólo es una bebida no voy a hacerte nada— me susurro al odio.
Y claro yo era Cleopatra pensé con sarcasmo, no se lo dije, pero volví a negarme —no tomó, pero gracias.
—Una copa no va a matarte— volvió a tomarme del mentón y forzar la bebida en mis labios cerrados.
—¿Qué crees que haces? — sentí un jalón y vi a Taehyung con el rostro fruncido hablándole al joven —ve con tus estúpidas drogas a otro lado a él no lo tocas.
Amenazó.
Él otro tipo gruño a Taehyung pero se alejó rápido maldiciendo en todo momento, yo aún estaba perplejo.
—Vamos— me hizo caminar detrás de su ancha espalda y yo no sabía a donde me llevaba.
No hasta que vi la calle y a Taehyung deteniendo un taxi.
—Sube, estos no son lugares para ti, ve a casa.
Hice un puchero enojado.
¿Y éste quién se creía?
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