El Trono de la Reina

Estocolmo, Suecia. 

Dos años desde el secuestro.

-Amor, sabes que el esta muerto... Murió en el incendio.

-No encontraron rastros de el, no puedo estar segura.

Martin estaba sentado al lado de su esposa Tara tratando de consolarla, los ojos de Tara estaban mojados gracias a las lágrimas de ella.

-Sabes que solo son pesadillas...

-No me siento segura Martin... Y si viene por Alva, como sabes que ella estará segura?- En sus ojos se mostraba el miedo que tenia dentro.

-Tara... Es nuestra hija, siempre la protegeremos y no le ocurrirá nada.- Martin besó a Tara y logro calmarla.

Desde el secuestro, desde su intento de suicidio, desde la tormenta, Tara ha tenido muchas pesadillas sobre el regreso de Cross. En las últimas semanas, unas llamadas habían llegado a su celular, nadie hablaba solo se escuchaba una canción de fondo. rastrearon las llamadas y solo se logro llegar a un teléfono público en el medio de la nada.

-Por que no llamas a Sara?- Martin la miró con una sonrisa en su rostro.

Martin sabe que la única persona que puede calmar a su esposa, es Sara Asturiam. La actual princesa de España. Además de ser mejores amigas, ellas habían compartido algo mas que tiempo.

El rostro de Tara se iluminó, se levanto rápidamente, tomo el teléfono de la sala y marcó el numero de su amiga.

"Hola! Soy Sara, en este momento no puedo contestar tu llamada, deja un mensaje luego del tono"

-No contesta...- Dijo colgando el teléfono.

-Estará ocupada, por que no duermes un poco?

Tara asintió.

-Veré a Alva. 

Martin le sonrió a su esposa.

Tara se se dirigió a la habitación de su hija caminando por los largos pasillos blancos.

La niña de un año y medio yacía dormida en su cama tranquilamente, tara al verla se calmo, Alva junto con Martin era todo para ella. 

El teléfono donde estaba Martin comenzó a sonar y se expandió por toda la casa, Tara cerró la puerta de la habitación de su hija con delicadeza y a paso rápido se dirigió hacia donde estaba su esposo.

-Si, aquí esta.- Dijo Martin sosteniendo el teléfono.

Tara miro a Martin y el movió sus labios formando el nombre de "Sara".

Una sonrisa se instaló rápidamente en el rostro de la joven princesa.

-Sara!- Dijo tomando el teléfono.