Capítulo 11

2.3K 141 4
                                    

Sus manos me atrajeron mas a su pecho y este temblaba cada vez que Lucas hablaba.

-Hay cosas... que no sabes de mi...-Dijo acariciando mi espalda.

Intente separarme de el pero era imposible, el se dio cuenta y me atrajo mas a el.

-No, no lo hagas Sara... primero escúchame.- Dijo abrazándome con fuerza.

Yo no podía verlo, estaba pegada a su pecho.

-Estuve en un centro de rehabilitación por mi conducta; era problemático, drogadicto y alcohólico. Mis padres no se preocupaban por mi, ellos siempre estaban trabajando y nunca estaban en casa...

Respiro profundamente, su voz se volvió muy grave. 

-Mis padres me enviaron contra mi voluntad a rehabilitación, estuve allí desde los quince años hasta los diecisiete. Allí dentro he aprendido muchas cosas, demasiadas. Y no estoy hablando de aprender a controlar la conducta o aprender matemáticas. He aprendido a comportarme como un animal, un desalmado. He aprendido a controlar todo lo que soy, al punto de ser una mierda de persona. He manipulado a muchas personas inocentes...

Sus manos dejaron de presionarme tanto y me empuje hacia arriba quedando a su altura para mirarlo fijamente.

-Me he unido a Cross, he hecho cosas que nunca me perdonarías. Y te he escondido muchas cosas que tendrías que saber. He tratado me tenerte a salvo pero me encuentro a mis enemigos cada vez mas cerca de mi y de ti. Nunca me perdonaría si terminas herida por algunos de ellos.- Sus ojos me miraron fijamente y los cerro.

-Lucas yo...- Intente decir.

-Me merezco lo peor, y por eso siempre me cuestiono a mi mismo. Cuando te vi en el club, mi corazón se congelo. Mi mente comenzó a imaginarte lejos de mi. Con otro hombre, feliz pero sin mi. Y temblé, temblé Sara. Nunca había pensado que podía obsesionarme tanto contigo, amarte tanto y que tu estés allí, negándome besarte, abrazarte y hacerte mía. 

Me dolía verlo así, estaba desesperado. Su voz se cortaba entre las palabras que salían débilmente de su boca. Su respiración era agitada, su voz muy ronca, sus facciones estaban tensas y sus ojos cuando los abría estaban cristalizados.

-Quiero y te pido que sepas entenderme aunque todo este perdido para nosotros, aunque tengas tanto odio para mi dentro de ti. Quiero que pares el tiempo y me escuches, que sepas que este imbécil es una mierda de persona pero que te ama con todo su ser. Y siempre, tu seras mía, tu cuerpo me pertenece al igual que tu ser. Y yo te pertenezco, todo lo que soy es tuyo y puedes destruirme con solo decirlo.- Abrió sus ojos y me miro fijamente mientras me decía esas palabras. 

Mi mano acaricio su abdomen y termino en su pecho.

-Te ame la primera vez... y te amare la ultima vez. Tu fuisteis y seras mi primer amor.- Dije acercándome a el.

El me miro fijamente y me tomo de la cintura.

-Espero que estés tan obsesionado como yo lo estoy contigo, ya tengo tu marca en mi cuerpo, tu marcaste mi cuerpo y ahora te pertenece. Siempre tendré tiempo para escucharte. Y las cosas que has hecho en el pasado o ahora... no te preocupes... si estas a mi lado no necesito nada mas, el tiempo se detiene cuando estas a mi lado, cuando me tocas y cuando me besas. Y me entiendes como nadie... yo simplemente... no se que haría sin ti...- Mi voz se quebró. -Por eso te grite, por que no quiero perderte...

Lucas me atrajo hacia el y nuestros labios se unieron, me subí sobre el y comencé a quitarle su chaqueta. Lucas quito rápidamente mi cazadora, nuestros labios no se habían separado ni un segundo, nuestra ropa termino en algún lugar desconocido de la habitación. 

El Trono de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora