°Segundo Deseo°

5K 546 20
                                    

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la franquicia de Marvel, yo
sólo los pido prestados.

Parejas:
Steve Grant Rogers y Anthony Edward Stark

Advertencias:
No meteré lemon, pero si meteré M-preg.

Aclaraciones:
"Cursiva" - otro idioma
*Habla por teléfono o mensajes telefónicos*
Letra- Diálogo y narración normal
<<Cursiva>>- pensamientos
Cursiva - recuerdos
LETRA GRANDE- gritos

N/A: Esta historia participa en el intercambio navideño "Super-Navidad Stony." Basado en el MCU.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

El dolor y la marca rojiza en su mejilla eran evidentes, de vez en cuando se sobaba la misma ó hacia unas nuevas debido al fuerte golpe recibido, se podría decir que mínimo había salido vivo de aquella vergonzosa situación en la que se vio comprometido.

Estaba en el hospital con la fiera mirada de la mujer (resultó ser un guepardo) sobre su persona, luego del golpe prácticamente le había obligado a acompañarlos al hospital, lugar donde atendían al hombre con el que había chocado por accidente.

-¿Familiar del señor Stark? -fue la inocente pregunta del médico, pregunta que dejó anonado a Steve, ya que el reconocía aquel nombre.

<<Tenías que chocar con él, brillante idea Steve>>

Aquel pensamiento sarcástico surgió de forma espontánea en su mente, aterrandole ante la simple idea de lo que aquel hombre podría hacerle solo por chocar con él. Joder, que no todos los días chocabas con un Stark, precisamente con el multimillonario dueño de la compañía de tecnología más grande del mundo.

Sus pensamientos y golpes internos que se daba así mismo, fueron interrumpidos cuando la mujer de mano dura tironeo de su ropa para que caminara.

-Vamos, debes disculparte con Tony- fue lo único que dijo y realmente tenía razón. Avanzaron por los pulcros pasillos de la clínica donde estaban, buscando la habitación que pertenecía a Stark, cuando finalmente la encontraron ingresaron sin siquiera tocar.

La respiración de Steve se fue de sus pulmones, frente a él y semidesnudo yacía parado un hombre de cabello castaño, con unas pequeñas orejas del mismo color, hermosos orbes marrón oscuro, su rostro perfilaba una mueca burlona que era acompañada por una perfecta barba.

-¿Te gusta lo que vez, Steve? -fue la clara contestación del oji marrón que observaba como el rubio lo veía embobado.

-¿Cómo sabes mi nombre? -pregunta con confusión el rubio, recordaba que nunca le había dicho su nombre a aquel hermoso hombre. Se sentía más que nunca acosado.

-¿Realmente no recuerdas? -fue claro la evidente tristeza con la que formuló aquella extraña pregunta, Los orbes marrón se habían apagado un poco ante la silenciosas respuesta que se presentaba.

-Yo no se de que habla. Es la primera vez que lo veo. -Steve podría jurar haber visto como los ojos del más bajito se cristalizaban un poco, aunque creía que era una alucinación.

-Te confundí, disculpa. --claramente Steve no era estúpido, pero decidió dejar de lado aquella extraña actitud para  poner atención en otras cosas.

-¿Cómo sigue ese golpe? Yo realmente me disculpo, pagaré por los gastos. -con nerviosismo rasco su mejilla para fijar su mirada a otro lado. Estaba avergonzado porque había lastimado a alguien aún si fuese sin querer.

-Descuida, ya pague por todo. Bueno, fue lindo tener una amena charla contigo pero debo llegar a mi trabajo -el oji marrón termino de colocarse su saco para caminar rumbo a la puerta. Su cola se balanceaba al ritmo de sus pasos con elegancia.

-Espera, no me has dicho tú nombre - obvio Steve sabía que era un Stark pero quería que le dijera su nombre de propia cuenta.

-Soy Anthony... Anthony Edward Stark, pero dime Tony. -una vez terminado de decir eso, guiño de forma coqueta y salió de aquella habitación dejando al rubio anonado dentro de esta.

°Deseo volver a verlo°

7 Deseos®Where stories live. Discover now