7 Deseos®

°Sexto Deseo°

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la franquicia de Marvel, yo sólo los pido prestados.

Parejas:
Steve Grant Rogers y Anthony Edward Stark

Advertencias:
No meteré lemon, pero si meteré M-preg.

Aclaraciones:
"Cursiva" - otro idioma
*Habla por teléfono o mensajes telefónicos*
Letra- Diálogo y narración normal
<<Cursiva>>- pensamientos
Cursiva - recuerdos
LETRA GRANDE- gritos

N/A: Esta historia participa en el intercambio navideño "Super-Navidad Stony." Basado en el MCU.

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El castaño corría con prisas al hospital, casi lo atropellan pero no le había importado, sus lágrimas escurrían de sus ojos una tras otra, su corazón se sentía en mil pedazos, no ayudaba el que las personas no se quitaran de su camino.

Había recibido una llamada avisándole de un accidente, había creído que era una cruel broma hasta que la voz de la enfermera sonó de nueva cuenta.

Su respiración era agitada, había llegado finalmente al hospital donde yacía inconsciente su novio. Le habían avisado de un accidente, un auto había atropellado a Steve. Su novio estaba en operación de emergencia.

-Disculpa doctor ¿podría decirme cómo se encuentra el joven Steve Grant Rogers? -con miedo en su voz pudo articular esas palabras, necesitaba información pero a la vez no quería saberla.

-La operación aún no termina, en cuanto sepa algo yo le informo -

Habían pasado 3 horas y aún no sabía nada de Steve. Su desesperación iba en incremento a cada minuto, estaba a punto de preguntar por sexta vez sobre la condición de su rubio cuando vio llegar al doctor.

-¿Cómo esta Steve? -Pregunto con desesperación el castaño al cansado doctor.

-Esta estable, podrá verlo en unas horas más. -comento el doctor mientras le daba el permiso de entrar a la habitación donde dormía profundamente el rubio.

Cuando Tony entró juro que su alma escapaba de su cuerpo, ver al rubio conectado a tantos cables para mantenerlo vivo eran una completo tortura.

-Mi Steve -soltó su nombre entre gimoteos de dolor que le llevaron a quedarse completamente dormido.

[...]

El ligero zarandeo y la voz de Steve fue lo primero que escucho por la mañana, yacía recostado en una posición incómoda que ahora dolía con fuerza su espalda.

-Steve, déjame dormir 5 minutos más -exclamó con desgano y retiro sin cuidado alguno la mano ajena, cuando cayó en cuenta de quién era se levantó con rapidez para observar al rubio que le veía interrogante.

-¡STEVE! -grito y se lanzó a abrazar al rubio que lo separó con rapidez de su cuerpo, casi como si quemara.

-Disculpa pero ¿quién eres? ¿por qué estoy en el hospital? ¿dónde esta mi novia Sharon? -con aquellas palabras el mundo de Anthony Edward Stark se vino abajo, si novio de meses no lo recordaba, recordaba a la rubia pero a él no.

-Soy Tony, tu novio...¿No lo recuerdas? -Los ojos de Tony lagrimeaban con fuerza. Su corazón dolía y Steve era expectante de aquello.

[...]

El rubio despertó de su inconsciencia, admirando el sitio en el que estaba y buscando con la mirada a una cabellera castaña que no tardó en encontrar, de nueva cuenta el castaño se encontraba en el borde de la cama, acostado y durmiendo en una pose demasiado incómoda. Aquello era un deja vú, con cuidado se levantó de la suave cama para ir por el castaño, el cual no tardó en cargar y acostar a lado suyo, para su desgracia el moreno se había despertado y ahora lo veía con curiosidad, se veía realmente hermoso y más con esas pequeñas orejas.

-Perdón- murmuro el rubio cuando noto que el otro iba a hablar, recostó su cabeza en el hombro de Tony para seguidamente inhalar con fuerza el dulce aroma que desprendía.

-¿Tú recuerdas? -con manos temblorosas el moreno comenzó a acariciar la cabeza del rubio, su voz quebrada era evidente y sus lágrimas de felicidad también.

-Todo, lo recuerdo todo -Steve levantó su rostro lloroso para admirar a un Tony sonriente y feliz.

-Mi Steve

-Mi Tony, juro no volver a olvidarte, todos estos años me faltaba algo y eso eras tú. Cásate conmigo -dijo repentinamente el rubio, cosa que dejó a Tony sorprendido y sonrojado.

-No es necesario pedirlo, claro que acepto -un muy feliz Tony sostenía a un Steve igual de sonriente para seguidamente besarse.

-Te amo, Tony.

-Te amo, Steve.

Ambos sellaron su amor con un pequeño y delicado beso, uno de los tantos que en un futuro se daría.

°Deseo permanecer siempre a tu lado°