TIEMPO

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Para muchas personas, el hombre más afortunado de todos era el esposo de Madam Yu, puesto que se había casado con una de las omegas más hermosas de todas. Aún si este aún no podía ver la belleza natural de su hermosa mujer.
Muchos alfas babeaban tras ella desde antes de ser marcada, incluso después de estar casada, nunca se rindieron con ella. Pensando en ganarse sí quiera una mirada de la belleza morada.
No fue hasta que su esposo se dio cuenta de lo que ocurría, que abrió los ojos. Estaba perdiendola, pues su lazo cada vez era más y más débil con cada día que pasaba, pero... ¿Como culparla? Si permitió que hablaran sobre que Wei Ying era su hijo, ¿Como sí quiera poder reconquistarla? Si el había cometido muchas faltas hacia ella aún cuando ya estaban casados... Fue su error, él no fue lo suficientemente fuerte para superar a su primera ilusión, sin darle la oportunidad a su propia pareja destinada. Es más... Se atreve a decir que si no fuera por sus padres, jamás se hubiera acercado a la Omega.
Pero lo más doloroso tal vez para ella era que solo estuvieron juntos 2 celos de esta misma: "Solo estaremos juntos cuando sea estrictamente necesario, solo hasta tener al primer varón" fueron sus propias palabras, no queriendo sentir el lazo que le unía a ella cortó de manera temporal su comunicación.
Cuando llego su celo, simplemente fue hasta allá y se dejó envolver en el dulce aroma a rosas blancas. Este mismo le tengo e hizo que pudieran tener a su primera hija, Yanli, la pequeña y dulce niña que había iluminado sin duda alguna a su esposa. Si no fuera por ella, tal vez Yu se hubiera ido muy lejos desde un inicio para dejar de sufrir por un amor no correspondido...

Mirar al pasado solo hacían las cosas más difíciles para él. Entre sus manos tenía una hermosa orquilla para el cabello de su esposa, intentaba reconquistar a esa bella omega de cabellos ébano, sin la necesidad de su lazo, solo enamorarse ambos locamente sin nada que los una. Pero fue muy tarde... Después de todo... Los muertos no pueden hacer nada...

-o-

Cuando Wei Ying murió, su mundo se derrumbó. Fingió odiarlo a muerte, cuando en realidad no podía. Se ganó el odio del alfa de este mismo, pero no le importó. Se sentía muerto, devastado, sin poder mirar de la misma manera su hogar. Si no fuera por Jin Ling... El tal vez ya no estaría en ese lugar, se hubiera ido tras los pasos de su hermano, puesto que ya nada le retenía en el mundo más que el menor...
Para iniciar cuando murió Wei wuxian, Lan Xichen empezó a verse con otro Omega, lo pudo notar cuando por casualidad se reencontraron en una de las ciudades que solía frecuentar el patriarca Yiling. No dijo nada, ninguno de los dos mencionó palabra alguna, uno por tristeza, y el otro por incomodidad.
Poco tiempo después de la muerte de su hermano, el jade mayor de forma abrupta dejo de verlo, ya no le visitaba, ni tampoco asistía a las reuniones, mandando a un representante que era Lan Qiren, quien al verlo, simplemente bajaba la cabeza como avergonzado, aún si no le decía palabra alguna, el pudo interpretarlo como una disculpa.
Intento mandarle cartas, pero ninguna fue contestada, intento ir a Gusu, pero se le fue imposible por qué el líder de la secta no estaba, además que el segundo jade no le perdonaba por supuestamente traicionar a su pareja.

¿Como debería sentirse si su pareja destinada se veía con otro Omega?
Sentía que le faltaba la respiración, se ahogaba en un mar de dolor que le consumía poco a poco, cada vez más dolorosamente. No lo niega... Cuando sintió el aroma de otro omega en él, simplemente su mente colapso. Intento por 4 años llamar su atención, de verdad... El lo intento, pero cuando se enteró quien era su competencia, lo entendió completamente, comprendió a su madre porque se sentía tan devastada cada que mencionaban a la madre de su hermano. Comprendió que perdió ante otro...
El líder de la secta Jin,un Omega con clase y belleza tan única como el candor de una rosa roja, tan bello que los alfas no dudaban en pedir su mano. Nadie se resistía a el... Incluso Lan Xichen no pudo.

Se sintió morir, tanto que en algún momento no pensó en nada, se sintió avergonzado por seguirlo intentando, por intentar luchar por él, cuando ya había perdido. Aquello casi le logra hacer cometer una locura...

Caprichoso ErrorWhere stories live. Discover now