Hace tiempo, las personas morían por amor, luchaban para encontrarlo, se sentían tan desdichados de no tenerlo.
Ahora, esas personas ni siquiera saben su significado, lo menosprecian y se apresuran antes de encontrarlo.
Pero ¿se borra el amor?.
Es...
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Ese día Temari volvería a Suna, siempre que se iba, sus anhelos eran en volver, sin embargo, esa vez en su corazón deseo nunca mas hacerlo. No es como si huyera de los problemas — aunque cuando se trataba de amor, a veces parecía que sí — pero, su corazón había sido quebrado.
Salió de la posada, llevando en su espalda su abanico, el cual por una extraña razón, no podía acomodar. Lo sujeto con fuerza a su cintura, sentía sus manos un poco débiles, siendo la primera vez que sucedía algo así.
— Temari ¿cierto? - una mujer con el rostro cubierto se paro frente a ella — Mi nombre es lo que menos importa, lo importante es mi razón de estar aquí.
Se iba a retirar la máscara, pero Temari reaccionó bastante rápido para lanzarla, a pesar de eso la joven contrarrestó el ataque partiéndolo a la mitad.
— Eres fuerte, pero has malentendido mis intenciones, no vengo a pelear - se retiró la máscara, era bastante bella, con rasgos bien definidos — Temari lo era aun más — en sus labios se asomó una sonrisa traviesa.
— No estoy para escucharte - mordió su dedo, para hacer la invocación, pero algo la detuvo, su cuerpo estaba paralizado.
— Deberías escucharla Temari - era él, aquel chico por el cual tanto sufría — cosa que no iba a aceptar — aquel que la amo — y ella amaba — por muchas razones.
— ¡Shikamaru! - reaccionó sin moverse aún — ¡Ella es el enemigo!.
La chica movió su dedo indicando negación, para luego soltar un suspiró, acomodó sus cabellos grises y a acerco cara a cara a Temari.
— ¿Crees que el amor vale la pena? - miró fijamente sus ojos.
— Es una pregunta estúpida - respondió sabiendo que pronto la soltaría Shikamaru — aquel jutsu no era tan duradero — lo cual hizo que la chica acariciara suave su mejilla.
— No lo crees, tus ojos me dicen que no - volvió a sonreír — Te quitaré ese pesar, ese dolor en tu corazón, porque duele ser olvidada por quien más amas ¿no?
Temari contó cinco segundos en su mente, en esos cinco segundos se iba a liberar y golpear a aquella chica.
— Que violenta - entendió sus intensiones — Lo haremos rápido.
Colocó la palma de su mano derecha en su cara, para recitar un jutsuprohibido, aquel que la hizo quedar totalmente confusa, y cuando abrió sus ojos, no había nadie, sólo ella camino de vuelta a Suna.
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