jeonghan

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—me prometiste que iríamos a la fiesta de mingyu.

—pero cambie de opinión —responde irritado—. ¿no puedes entender eso?

—jeonghan —lo llama suave—. ya no pasas el rato conmigo.

—sabes que puedes divertirte sin mí.

jeonghan y seungcheol son amigos desde siempre, no existe un antes de su amistad y no se imagina un después de su amistad, no hay nada ni nadie que pueda separarlos. siempre están juntos de tal manera que si conoces a uno, inmediatamente conoces al otro. la sonrisa juguetona de jeonghan siempre está acompañada de unos ojos curiosos que no hacen más que seguirle, y a veces, temerle. así como la mano de seungcheol siempre está acompañada de una cintura pequeña, directa a guiarla. así han sido las cosas durando un largo tiempo, sin embargo jeonghan tiene un secreto, un secreto en forma de un delicado chico con ojos tristes.

—sólo me surgió algo a último momento, iré la próxima vez.

—¿qué es tan importante que no puedes decirme?

ha pensado innumerables veces decirle, pero sólo quiere algo que esté allí para nada ni nadie más que para él, jeonghan es egoísta y posesivo, de ninguna manera lo hará.

—sólo déjalo.

—bien, mantén tus secretos, que yo también puedo mantener los míos —lo desafía y se va, dejando atrás a un jeonghan demasiado molesto para el propio bien de seungcheol.

lo conoció una fría noche donde su pecho ardía y sus manos se congelaban, recuerda el malestar tan vivo, seungcheol se besaba con un chico en una fiesta y huyó de ahí, no conocía bien el lugar, pero no le importó, lo único en su mente era su cheol con otra persona y como no se podía quedar a mirar como seungcheol ya no era suyo. las calles estaban desiertas y oscuras, el viento golpeaba los árboles y las ramas se escuchaban chocar. caminó por un buen rato sin rumbo alguno hasta que escuchó un ruido más fuerte, su primer pensamiento fue en un animal, pero el sonido cada vez se volvía más claro ante sus oídos, era alguien tosiendo. miró a su alrededor para encontrar a no muy lejos a un delgado muchacho tirado en el piso, su silueta no se definía bien por la oscuridad de la calle, los faroles eran escasos por esos lados. jeonghan, temiendo por su seguridad, se acerca dudoso al chico, las manos de éste estaban cubriendo su rostro y su delgado cuerpo temblando.

—¿estás bien? —pregunda con cuidado.

el chico levanta la cabeza y retira las manos de su cara, lo mira curioso, jeonghan nunca había visto una mirada tan fría, sus ojos vacíos y sus pupilas dilatadas. su cabello era castaño y su flequillo ya llegaba a sus ojos y jeonghan reprime el impulso de agacharse y apartarle el cabello, su rostro estaba pálido con un leve tinte rojo en las mejillas y nariz por el frío.

—¿necesitas ayuda? —vuelve a intentar—. ¿quieres que te lleve a tu casa?

el chico sacude la cabeza, de a poco se sentó y en ningún momento cortó el contacto visual, le da palmadas al suelo indicándole a jeonghan que se siente junto a él. jeonghan dudó por un momento, no quería manchar sus pantalones ya que el suelo estaba desnudo, no había césped, ni cemento, nada, pero la mano del chico era insistente contra la tierra, así que se sentó a su lado. el chico no quedó satisfecho con la distancia entre ambos, de un repentino salto, queda tan cerca que sus muslos se tocan. al verlo de cerca pudo apreciar muchas cosas, como el hundimiento de sus mejillas, sus labios secos y agrietados, su cara tenía una leve capa de polvo, su cabello estaba opaco, era un desastre con hojas secas en él.

jeonghan no sabía qué decir ni qué hacer, se sentía algo extraño al tener una mirada tan fija puesta en él. el chico levanta su mano temblorosa y la pone en la mejilla de jeonghan, estaba sucia, pero no le importó lo suficiente como para apartarla, sólo lo dejó.

hold me tight ➵ jihancheol Where stories live. Discover now