Capítulo 30: Descubrimientos Fuertes

99 9 0
                                    

ESTEFANÍA

Martes 12 de marzo del 2019.

Tras la repentina interrupción de mi inoportuna madre, Juan no pudo revelarme nada sobre la muerte de Elena. Llevo varios días sin saber nada de él, y mi mamá no ha hecho más que insistirme en que le diga qué más me comentó Juan antes de que ella entrara en mi habitación. A pesar de que van ya once días, sigue insistiéndome y ya me tiene harta.

¿Por qué le interesa tanto saber qué me dijo Juan?

Mi papá un día dijo en uno de sus casos cuando el acusado no quería confesar qué estaba haciendo en el momento en el que mataron a su esposa: "Quién nada debe, nada teme".

Entonces, ¿por qué mi mamá está tan asustada y desesperada por saber qué dijo Juan?

Mientras juego a un reto de contenernos las miradas Juan y yo en su oficina, mi mente comienza a atar cabos sobre todo lo que ha sucedido en todo este tiempo.

Primero aparece un desconocido y me dice que tiene el vídeo donde atropello a Carlos.

Después muere Elena.

Después Leticia aparece muerta en la calle por saber una verdad.

Luego la MP tiene un accidente automovilístico.

Hay alguien que está haciendo todo esto porque no se revele mi secreto. Pero solamente saben Simón, Joel, mi mamá y Juan. Pero Simón y Joel quedan descartados porque no creo que lleguen a ser capaces de matar a alguien, si ellos lo que quieren es que confiese toda la verdad. Solo quedan mi mamá y Juan.

Recuerdo que una vez Juan me dijo que mi madre no era una santa y que él sabía secretos que podrían llevarla a prisión. Y también recuerdo con perfección que Juan me chantajeó para estar con él o sino diría toda la verdad a Carlos y a mi papá.

Me quedo pensado unos segundos y le encuentro sentido a lo último.

Juan es el chantajista. Él es el culpable de que Simón haya encontrado la nota en mi coche, él es quien me ha estado mandando mensajes desconocidos.

La muerte de Elena... ¡Claro! También tiene sentido, ese día lo había supuesto y ahora lo confirmo: fue mi mamá, teniendo en cuenta que Juan dijo que había secretos de mi madre que podrían llevarla a la cárcel. Ella mató a Elena para que no le confesara a mi papá lo que encontró en el folder con el hilo rojo.

Juan parpadea y pierde el juego.

—¿Puedo preguntarte algo? —Inquiero parpadeando varias veces.

Asiente.

—¿Cómo se te perdió tu teléfono?

Mi pregunta lo sorprende, se pone a reflexionar unos segundos e intuyo que es para buscar una respuesta que parezca lo más creíble posible para que no crea yo que él es el chantajista.

—Se me cayó al piso y ya no prendió.

—¿Seguro?

—Completamente, ¿por qué?

Entrecierro los ojos y trago saliva.

Saco mi celular de mi bolso de cuero negro y reviso el último mensaje del chantajista.

Dos de agosto. Cinco y treinta de la tarde.

—¿Qué estabas haciendo el dos de agosto a las cinco y media de la tarde?

—¿El dos de agosto?

Asiento.

Frunce el ceño.

Yo Soy Culpable (Culpable #1) ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora