๑Dilema๑ ||| «EREN x ARMIN FANFIC» ||| {SNK}

PRÓLOGO

"Al otro lado de la muralla"

Año 851

«Armin»

El agua fría rozaba la punta de los dedos de mis pies descalzos sobre la caliente y suave arena. El placentero sonar de las olas chocarse es mejor que la música para mis oídos.

A lo lejos, estaba Mikasa, sorprendida de que aquél fenómeno azul que yo contemplaba a conocer desde pequeño era verdad. Lo que decía el libro de mi abuelo era cierto. Ambos sonreímos mutuamente por la mera emoción de sentir la brisa fresca recorrer por nuestro cuerpo, tomándonos impulso para adentrarnos en el agua salada.

Frente a mí, estaba el chico de cabello castaño que en un año este se había alargado. Los ojos de Eren se enfocaban el mirar más allá de lo que podríamos llegar a ver. De no ser por las olas que se formaban quizás habría algo.

-Eren, te lo dije. Es un lago tan grande que aunque lo intentaran toda la vida, los mercaderes jamás podrían agotarlo.-proseguí a acercarme a él.- Todo lo que dije era cierto.

-Así es.-respondió sin dejar de ver el horizonte.-Es enorme.

Al tratar de posicionarme junto a Eren pisé algo que me provocó un sobresalto emocionante. Y no era más que una pequeña caracola blanca casi celeste. Me agaché para recogerla y la sostuve con ambas manos.

-¡Eren, mira esto!

-Más allá de la muralla, está el mar.-dijo el chico de orbes aguamarina antes de que yo dijera algo.-Y más allá del mar, está la libertad. Es lo que siempre creí.-se detuvo para dirigir su mirada hacia Mikasa y a mí.-Pero estaba equivocado. Es el enemigo quien está más allá del mar. Todo el igual a como lo vi en la memoria de mi padre.

Mi sonrisa se desvaneció en ese momento, al igual que la de Mikasa.

-Eren.-quise hablar pero éste llegó a interrumpirme de nuevo.

-Oigan, si destruimos al enemigo, más allá del mar, nosotros.-tomó un suspiro algo acortado.-¿Al fin seremos libres?

-A decir verdad, no lo sé.-me tomé la libertad de responderle algo decaído. Ya que ese pensamiento se Eren me hizo saber que no estaba bien.

Creí que Eren disfrutaría de el mar junto a mí.

Ese era el propósito de cumplir mi sueño.

Junto a él.

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Desde la recuperación del muro María, ya nada fue como antes.

Aquellos días, en el que solíamos estar juntos nunca volvieron.

Creí que aún estando en este terrible infierno.

Mis amigos me acompañarían en este duro caminar, en ésta dura vida.

O al menos seguirían a mí lado, o con vida.