๑Dilema๑ ||| «EREN x ARMIN FANFIC» ||| {SNK}

CAPÍTULO 1

"El comienzo de todo"

Año 843

«Omnisciente»

En uno de los alejados callejones del distrito de Shiganshina. Tras haber sido golpeado por tres chicos, un niño de cabello rubio, quien apenas podía restregar su espalda con una pared, lloraba a causa del dolor provocado por los golpes de los agresores. Estaba solo, no había nadie quien le acompañara.

Tras oír las risas y los golpes, Eren Jaeger de tan solo ocho años, se asomó por la esquina de esa pared de una cada, para ver lo que había pasado. Miró al pequeño que seguía llorando, tiñendo sus manos apoyadas en sus rodillas flexionadas.

-Ey tú. ¿Porqué no les regresas el golpe?.-habló el chico de cabellos castaños, sin dejar de ver al malherido. Éste le volteó a ver, mostrando sus llorosos, grandes y azules ojos.-Se burlan de ti porque nunca les regresas los golpes. ¿Estás conforme con perder?

-Yo...-comenzó a titubear, volviendo a estar cabizbajo.-No perdí.

-¿Eh?-dudó el chico de orbes de color aguamarina.

-Yo... Yo no huí.

Éste chico siendo débil, es valiente.

Un brillo en los ojos de Eren se vieron reflejados tras haber pasado ese pensamiento por su mente.

-¿Cuál es tu nombre?-dijo mirándolo fijamente, sin despegar sus ojos de él, había algo que había captado la atención del pequeño Jaeger.

-Armin.-titubeó.-Armin Arlert.

El niño rubio alzó la vista al sentir la presencia del chico castaño frente a él. Al notar que la mano del extraño estaba tendida mostrándole apoyo, la tomó y se impulsó con lo último que tenía de fuerza en levantarse, pero esos esfuerzos se vieron en vano ya que este torpemente tropezó con sus propios pies y resbaló. Con algo de suerte, Eren logró sostener su frágil cuerpo con sus dos brazos, éste se impresionó del ligero peso de Armin, tanto que hasta comenzó a preocuparse al ver que el rostro de el chico se tornaba muy pálido.

-Encantado, Armin.-dijo al posicionar el cuerpo del pequeño en su espalda. Se levantó y comenzó a cargarle como si se tratase de su noble corcel.-Te llevaré al consultorio de mi padre. Te ves fatal, amigo.

Al comenzar a caminar en dirección al respectivo lugar ya mencionado, Eren sintió las delgadas manos de Armin sujetarse a sus hombros.

-¿Amigos?-preguntó débilmente.

-Así es, a partir de ahora seremos amigos, y yo no permitiré que te suceda esto de nuevo ¿si?- dicho esto, el rubio se limitó a asentir, quizás Eren no lo notaba ese momento por la preocupación pero en el interior de Armin nacía una calidez que jamás había sentido, al fin éste no estaba solo y eso le hacía feliz, ahora sabría qué sería de él en compañía de su nuevo amigo.

Ambos chicos llegaron al consultorio del Doctor Jaeger. Al entrar, estaba el padre de Eren sentado en el escritorio y al percatarse de la presencia de ambos, se levantó de su silla algo preocupado.

-Eren, ¿Sucede algo?- preguntó su padre con una tranquila pero seria voz.

-"¿Eren?"-pensó el rubio al saber finalmente de su nuevo amigo.

-Mi nuevo amigo está muy débil después de haber sido golpeado por esos niños abusivos.-explicó el castaño para luego tomar la mano de Armin.-Descuida, Armin. Todo estará bien.

Al ver la sonrisa de Eren, Armin sintió un leve calor en sus mejillas, por lo que desvió un poco su mirada al suelo.

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Después de un tratamiento especial para Armin y recomendaciones del doctor Jaeger, Eren se ofreció para acompañar a Armin hasta su hogar, ya estaba atardeciendo y sus padres seguramente estarían preocupados por él.

-Bueno Armin, mi padre recomendó que comieras más seguido y si no al menos comer más cuando puedas, para que tu cuerpo tenga más fuerza ¿si?

Armin nuevamente se limita a asentir, solo que al estar casi siempre cabizbajo este estaba con una sonrisa muy tierna, que por esta vez Eren la notó y se alegró.

-Tienes una linda sonrisa, Armin.-el comentario del castaño hizo ruborizar al rubio hasta las orejas, Eren se sorprendió que por un sencillo cumplido Armin reaccionase de esa forma, este se le ocurrió una idea antes de que Armin entrara por la puerta a su casa que estaba a no más de 3 metros.

Tomó ambas manos de Armin y las friccionó contra las suyas, creando calor en sus manos, ya que Eren las sentía muy frías. Después ambos se miraron a los ojos. Eren abrazó a su nuevo amigo y al separarse de él este estaba más rojo que antes.

-Gracias por ser mi amigo Armin, sé que aún no conozco nada de ti pero espero hacerlo.

-¿De verdad te gustaría?- musitó tiernamente Armin, tiernamente para Eren.

-Claro, ¿Te parece si vengo aquí por ti al mediodía?- Armin sonrío de oreja a oreja y asintió alegremente.

-¡Si!

-Bueno, hasta mañana Armin.

-Nos vemos, Eren.

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Ambos chicos se dirigieron a sus casas y tras el ocaso del sol y una cena sencilla fueron a dormir, pero antes el pensar en el día de mañana, en lo que llegarían a conocer uno del otro.

Y así es como dió el inicio de su amistad.

Que triste sería que en unos años aquellas cosas que los hacían diferentes que al principio los unían.

Terminarían en separarse por sus ideales.

Por la gran sed de venganza.

-Onodera_Armin