VEINTIUNO

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Elsa

Hace pocos minutos había llegado de haber ido de compras con Rapunzel por más de cinco horas, no sé si pueda caminar durante la cita.

Ahora estoy saliendo del baño con una bata color celeste cubriendo mi cuerpo y una toalla blanca sosteniendo mi cabello mojado.

Justo cuando cruzo la puerta del baño, Punzie se para de la cama y me sonríe tanto como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

- Siéntate en el tocador, yo arreglaré tu cabello, así que tú sólo relájate.

Cuando dijo eso tome un profunda respiración y cerré mis ojos, sabía que Punzie es la mejor en esto así que todo estará bien.

O bueno, eso quiero creer.

Cambiando de pensamiento, es increíble como pueden cambiar las cosas gracias a un enemigo, y destino, en común.

Es decir, si no fuera por el encuentro con las sombras de, el que ahora sé de su existencia, Pitch, jamás nos habríamos hecho amigas de los idiotas que ahora hasta viven con nosotras, incluyendo al idiota mayor, con el cual no sólo se hizo un gran amigo, si no, que hoy saldré con él.

- Abre tus ojos - Al abrir los ojos me encuentro con mi cara maquillada "naturalmente", y con comillas porque tengo pestañas postizas de tamaño medio, sombra de ojos de varios tonos de café, mis labios son ahora de un color rosa pastel apagado y como siempre Punzie se pasó con el iluminador.

- Creo que es mucho maquillaje - Dije observando mi cara detenidamente. - Muy bonito, pero demasiado.

- Tienes una cita...- Dijo Punzie con un sonrisa exagerada -... No me pidas que haga menos.

- Bien... como quieras - El sonido de la puerta siendo golpeada suavemente nos distrae a Punzie y a mi, por lo que ella va a abrir.

- Hola! ¿Qué sucede? - Dijo ella sin abrir la puerta completa. - Pues no lo creo - Está hablado con alguien pero no logró escuchar bien - Sólo espera! - No entiendo que está pasando - Adiós... -Dice lo último canturreando.

- ¿Quién era? - Pregunté extrañada.

- Era sólo Romeo - Dijo en tono de broma.

- Romeo?

- Frost, eres algo lenta Julieta.

- Oh cállate, Corona.

- No gracias, pero... te gustó el peinado?.

Parte de mi cabello estaba atado en una corona hecha por una bella trenza francesa y el resto simplemente estaba callando en ondas sobre mi espalda. Punzie realmente tiene talento para esto.

- Lo amo. - Le respondí sonriendo.

- Bien, ahora te dejaré elegir tu ropa, entre los vestidos que yo elegí. - Dijo inocentemente. - Saldré a por algo de comida, regresó en diez minutos.

- Bien, traeme algo pequeño a mí, por favor.

- Bien.

En eso, Punzie cierra la puerta al salir y yo camino hasta mi closet y al llegar a la parte donde guardo los vestidos, reviso cuales son los que Rapunzel eligió.

[…]

Con una gran sonrisa en la cara, doy vueltas frente al espejo de cuerpo completo que hay en mi habitación para admirar perfectamente como luzca con el gran look que estoy usando.

- Cuál vestido elegiste?, espero el tres era el más... lindo. Yo no elegí eso...- Punzie estaba con una cara de confusión mientras sostenía un paquete de galletas en la mano.

- Lo sé, pero elegiste cosas rosa chillón, y sabes que odio el rosa chillón, así que hice mi propio outfit.

Lo que terminé por usar fue un vestido blanco pegado al cuerpo hasta medio muslo, unas botas de tacón de terciopelo gris hasta sobre las rodillas y una chaqueta de cuero de color crema neutro.

- Bien, debo admitir que te ves increíble de todas formas - Dijo acercándose a mí - Ten, te traje unas galletitas.

- Muchas gracias, moría de hambre.

[…]

El sonido de la puerta siendo golpeada suavemente nos hace pasar toda la atención de  nuestra conversación, a esa maldita puerta de color blanco.

- Ve a lavarte los dientes, yo iré a recibir a tu Romeo.

Lo único que hice fue asentir mientras caminaba al baño con los nervios a flor de piel.

Tal y como Punzie dijo, me lavé los dientes y al salir de la habitación me encuentro a Punzie sonriendo tal y como lo ha hecho todo el día.

No le duele la cara?.

- Le dije que te espere abajo, así que respira y vamos.

Tomé una respiración profunda y bajé siguiendo a Punzie hasta el primer piso donde en el salón de recepción estaba Jack de espaldas con un outfit que lo hacía ver malditamente guapo.

Unos jeans negros, una camisa blanca con rosas negras y una chaqueta ancha color negro con el signo de las fuerzas aéreas en el brazo derecho.

- Wow...- Dijimos Jack y yo al mismo tiempo.

- Luces genial, Jack - Dije sonriendo.

- Y tu no te quedas atrás, luces preciosa - Me dijo con una hermosa sonrisa en el rostro.

- Bien tórtolos, es hora de su cita, así que adiós - Rapunzel seguía sonríe mientras nos sacaba de la casa y cerraba la puerta.

- Ya que nos sacó de la casa, supongo que te lo daré aquí.

- Qué cosa? - Pregunté con la curiosidad creciendo dentro de mí.

- Esto.

Jack sacó de su bolsillo una cajita de terciopelo roja y al abrirla dejó a simple vista una bella cadena plateada de la cual colgaba un dije con la palabra snowflake escrita en cursiva con puntos brillantes en cada letra.

Era un detalle simplemente... hermoso.

- Jack es... hermosísimo... muchas gracias.

- Por la sonrisa que tienes ahora... sólo diré que fue un placer - Dijo tomando una de mis manos. - Te lo pongo?

- Por favor. - Respondí sonriendo.

- Listo, ahora - Jack se acerca a su carro y abre la puerta del copiloto - Señorita, me permite llevarla a la que será el mejor día de su vida?

- Por supuesto que sí, señor Frost.

Subí al auto y me coloqué el cinturón de seguridad al igual que Jack al dar media vuelta para subir al lado del conductor.

- Y... a qué café iremos? - Pregunté para sacar tema de conversación.

- Realmente... luego de meditarlo, te mereces más que un café... así que sólo espera, será la mejor sorpresa de tu vida.

Genial, ni siquiera sé a donde voy... sólo me pregunto... qué planeas, Frost?

Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]Where stories live. Discover now