Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]

~ 42 ~

Jack

Esperaba poder convencerla, sabía que probablemente las chicas tuvieran más influencia en ella, crecieron juntas después de todo, pero ahora mismo yo era el único que podía detenerla, el resto del equipo se quedó luchando con algunas pesadillas que Pitch había dejado.

Cuando Rapunzel me dijo lo que decía la nota de su tía, no pude evitar sentir que mi corazón se detenía. Renunciar a sus poderes... sabía que esto era difícil para ella, pero para llegar a este punto si que me pone mal por no haber visto lo intranquila que se ha de haber sentido, y además por cuanto tiempo lo guardó para ella solamente, sin dejar a nadie entrar y tratar de ayudarla.

— Jack! Qué estás haciendo aquí?!. — Dijo bastante aterrada. — Debes irte, ahora!.

Al decir eso los picos de hielo de las paredes crecen poco a poco, además de que se escucha crujir cosa que hace que se altere más.

— Lo siento, pero no dejaré que hagas esto. — Dije con un tono calmado.

— Acaso no lo ves?! — Grita alterada. — Mis poderes están totalmente fuera de control, esta es la única manera, debes salir de acá ahora mismo!.

— No, Elsa! Tu nunca me abandonaste, incluso cuando yo te alejaba, cuando te pedía estar solo tu no me hacías caso por que no ibas a abandonarme, y yo no te abandonaré a ti, ni ahora ni nunca. — Di un paso en su dirección pero ella retrocede por lo que decido no acercarme más. — Sé que te aterra herir a las personas que amas, se que has vivido con miedo toda tu vida! Pero renunciar a tu magia no es la respuesta. Hay más maneras.

— En serio? Cuáles!!? Porque ese cuento de que el amor arregla todo, por más genial que suene no arregla nada! Los amo a todos ustedes y ustedes me quieren de vuelta, pero hasta ahora eso no ha cambiado nada. En mi historia las cosas nunca funcionan como se supone que lo hacen, por ende esto es lo único que me queda!.

Aterrada y de manera lenta comienza a voltear para así abrir la puerta y enfrentar cualquier cosa que Pitch hubiera puesto ahí dentro. No sabía que decir, mi mente estaba totalmente en blanco, la veía tan segura que no tenía idea de cómo convencerla de que esto esta mal, de que esta no es la solución, de que podemos encontrar la manera, hasta que simplemente dejé de pensar y solo dejé la palabras fluir.

— Estaba equivocado, Els. No es el amor el que puede arreglar esto. No es el amor de otra persona el que siempre salva el día.

— De que hablas? — Cuestiona volviendo su cuerpo hacia mi.

— Recuerdo que cuando mi hermana murió, estaba seguro de que sin ella estaba condenado, de que sin ella no podría seguir adelante, pero fui capaz de ser un guardián y controlar mis impulsos y poderes.

— Cómo? — Dice atenta a lo que digo.

— No me había dado cuenta de ello hasta hoy. — Dije con honestidad y una pequeña sonrisa tranquilizadora, ya que era verdad, nunca supe como logré salir adelante hasta que ahora veo la situación desde otra perspectiva. — Hasta que te sientes igual a como yo lo hacía.

Elsa me mira expectante esperando por una respuesta, pero gracias a que era una especie de revelación instantánea las palabras eran algo confusas en mi cabeza, y con miedo a decir una palabra mal, comencé a hablar.

— Snowflake, no es el amor de Emma o el de nuestros amigos el que nos puede salvar. Que ellos nos acepten por quien y como somos es algo muy importante, pero no importa que tanto nos acepten, jamás será suficiente para nuestro control y paz interior. Hay alguien aún más importante en nuestras vidas que debe aceptarnos. — Dije a lo que pone su típica y tierna mirada confusa. — Nosotros. Para lograrlo debes amarte a ti misma, Els. Lo bueno y lo malo. La única manera de que tengas total control sobre tus poderes, es aceptarlos... porque esto — Dije mirando alrededor de la habitación, la paredes congeladas, el suelo con escarcha, los picos en las esquinas y los copos de nieve estáticos en el aire. — Esto es quien eres, Elsa.

Al terminar mi "discurso", lentamente extiendo mi mano en si dirección. Ella luce indecisa y confundida, sabía que ella sabía que yo tenía razón, pero aún así algo de miedo todavía se albergaba en su corazón y en todo su interior.

— Jack... — Dijo suavemente con una clara intención de tomar mi mano pero con dudas que no la dejaban acercarse.

— Amor... es hora de dejar el miedo atrás.

— Jack... podría congelarte.

— Por ti tomaría cualquier riesgo... por favor, Elsie... toma este conmigo.

Expectante noto como cierra los ojos y lentamente comienza a extender su mano en mi dirección preparada para agarrar la mía. Mi lado impulsivo quería saltar hacia ella y envolverla en mis brazos pero eso simplemente la descontrolaría más, por lo que comprensivamente espero a que ella esté preparada para caminar hacia mi, esperando a que se calme y a que logre confiar en ella tanto como yo lo hago ahora y siempre lo he hecho.

En pocos segundos que se sintieron como un infierno, su mano finalmente toma la mía y en ese mismo segundo, justo después de que nuestras miradas se encontraran una luz sale desde sus pies descongelado todo el lugar instantáneamente. Ambos lo miramos admirantes pero sin darle más importancia ella sonríe y salta a mis brazos, los cuales obviamente la reciben gustosa.

— Cómo me encontraste? — Dice a lo que su voz es amortiguada por mi pecho.

— Gothel le envió una nota a Rapunzel. Corriendo vinimos al castillo en tu búsqueda para evitar lo que estabas a punto de hacer. Por suerte te encontré a tiempo. — Susurré sobre su cabello si soltar el abrazo.

— Me alegra que tú me hallas encontrado. — Dijo a lo que se aleja un poco para volver a saltar a mis brazos.

Solo que esta vez fue mucho mejor ya que realmente extrañaba el sabor de sus labios.

— Si así son nuestros reencuentros, podría acostumbrarme a perderme en un bosque separado de ti. — Dije medio riendo antes de volver a besarla.

Como amo a mi Snowflake.

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